El tercer sospechoso del atraco en 2006 en la Joyería Cota, a la cárcel hasta el juicio

Víctor Hugo Gil se acoge a su derecho de no declarar tras ser extraditado de Argentina, 7 años después del asalto y 5 más tarde de que los otros dos implicados fueran al banquillo

Víctor Hugo Gil, el hombre que presuntamente encañonó y condujo a la caja a la dueña de la Joyería Cota, ayer, ante la justicia.  // Iñaki Osorio

Víctor Hugo Gil, el hombre que presuntamente encañonó y condujo a la caja a la dueña de la Joyería Cota, ayer, ante la justicia. // Iñaki Osorio

J.F. | OURENSE

La justicia se ha hecho esperar para el tercer presunto implicado en el violento atraco de junio de 2006 en la Joyería Cota de Ourense. Víctor Hugo Gil compareció ayer en el juzgado tras ser extraditado de Argentino. Siete años más tarde del asalto en el que presuntamente tuvo un rol crucial. Cinco después de que los otros dos sospechosos, su propio hermano Miguel Ángel -absuelto por falta de pruebas- y Fabián Darío González -condenado a más de 21 años tras ser atrapado por una huella-, se sentaran en el banquillo. Los investigadores de la Policía y el fiscal atribuyen a Víctor Hugo Gil una actuación capital en los hechos. Presuntamente, encañonó a la propietaria de la joyería y la condujo a la cámara de seguridad para apoderarse del botín millonario, atemorizada previamente la víctima por saber que sus hijos estaban retenidos en su casa. Vídeos de seguridad y el reconocimiento fotográfica de la víctima acrecentarían las pruebas de cargo.

El juez Antonio Piña, que ayer sustituyó a la magistrada titular del juzgado al que correspondía la puesta a disposición, el de Instrucción Número Tres, acordó la medida de prisión provisional para que el presunto atracador no pueda eludir más tiempo la acción de la ley. Mientras que los otros dos implicados acabaron detenidos en Valencia e ingresaron en prisión cuando presuntamente planeaban un nuevo atraco en territorio nacional, el tercer supuesto implicado tuvo tiempo de huir de la acción policial y regresar a su país. Víctor Hugo, que se acogió a su derecho a no declarar ayer, permanecerá entre rejas hasta acabar en el banquillo. El fiscal previsiblemente lo acusará de robo con violencia, allanamiento de morada y detención ilegal. Además, tal y como confirmó ayer su abogada de oficio, el presunto delincuente tiene pendiente otra causa por robo con violencia en otra joyería de Avilés, Asturias.

El tercer sospechoso del atraco en 2006 en la Joyería Cota, a la cárcel hasta el juicio

El tercer sospechoso del atraco en 2006 en la Joyería Cota, a la cárcel hasta el juicio

Los atracadores, una banda itinerante que acudía a España para perpetrar delitos y regresaba a Argentina, iniciaron la ejecución del plan de atraco en la vivienda familiar de la dueña de la joyería. Llegaron a Ourense solo unos días antes y se hospedaron en un hostal de las afueras. Abordaron, maniataron y golpearon a la empleada de hogar tras hacerse pasar por repartidores y los delincuentes la retuvieron armados a punta de pistola junto a los hijos menores de la propietaria hasta que esta llegó y fue conminada a dirigirse al negocio para entregar el dinero. Según las sospechas, encañonada y conminada por Víctor Gil la cámara de seguridad del establecimiento y a introducir las alhajas.

El botín superó los 330.000 euros, la gran mayoría en valiosas piezas de joyería y cerca de 9.000 euros en metálico. Tras los hechos, de vuelta en el inmueble situado a pocos metros del establecimiento de la calle Bedoya, dejaron atados a la mujer, sus hijos menores y la empleada y los amenazaron con matarlos si daban aviso a la Policía. La Policía encontró ropas y restos de cajas en Xinzo, por lo que se cree que los atracadores se dieron a la fuga tras perpetrar el golpe por la autovía A-52.

El Tribunal Supremo ratificó la condena de 21 años y siete meses de prisión para Fabián Darío González -una huella dactilar apareció en la caja de una pluma estilográfica-, pena que le impuso la Audiencia Provincial, al considerarlo uno de los autores del asalto a la Joyería Cota, mientras que al otro encausado, Miguel Ángel Gil, salió absuelto por falta de pruebas.

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