Los vecinos de O Reino siguen sin poder acceder a la capilla que permanece cerrada después de que el cura de la localidad se negara a darles la llave. El conflicto se originó después de que los vecinos le pidieran al cura que abriera el templo parar oficiar ellos mismos la novena, ya que el párroco se encuentra actualmente de baja y su sustituto solo puede acudir a O Reino tres días. El párroco de Santa Uxía de Boborá, sustituto de Antonio Fernández Blanco, sacerdote habitual de esta localidad, lleva entre cuatro y cinco parroquias lo que le impide ofrecerse para misar la novena.

Esta novena de la Milagrosa se celebra cada año en O Reino el último fin de semana de julio, siendo esta época más favorable para celebrar la festividad, aunque es cierto que en el calendario oficial el día propio de este acto religioso está marcado a finales de noviembre.

Maribel, vecina de la localidad, explica que el cura ha acusado a algunos habitantes de O Reino de robar las reliquias de la iglesia que actualmente se encuentran "custodiadas" por una vecina de este pueblo. Algunos vecinos incluso llegaron a decirle al sacerdote: "No te vamos a dar la llave para que no sepas donde están las reliquias". De esta manera, el sacristán de la capilla sigue sin dar la llave a los feligreses que insisten en la necesidad de oficiar la novena y demandan la apertura inmediata de la capilla.

Por el momento las puertas del templo siguen cerradas y en el exterior está situado un atril con flores y una imagen de la virgen que los vecinos utilizan para oficiar el acto religioso.

Así, el conflicto parece lejos de encontrar una solución y los habitantes de O Reino le han pedido al vicario que interceda en el problema, aunque a día de hoy aún no han obtenido respuesta.

El Obispado por su parte evita hacer valoraciones y afirma que al ser un conflicto entre el párroco y los vecinos deja la resolución del problema en manos de los implicados. El alcalde de la localidad, Francisco Fraga, es de la misma opinión y evita inmiscuirse en el problema explicando que en su opinión el conflicto es de ámbito religioso y no le corresponde a él interceder en el altercado.

El párroco de O Reino no es la primera vez que aparece en los medios y es que en el año 2011 Antonio Fernández Blanco renunció a su acta de concejal socialista en el Concello de A Gudiña para seguir ejerciendo su profesión como sacerdote. El cura de la localidad no es por lo tanto un cura al uso, sino un sacerdote moderno, que incluso se comunica por whatsapp con algunos de feligreses más jóvenes, algo que llama la atención a los vecinos más mayores.