Julio Fernández se despistó al aparcar su coche en la zona azul el pasado 16 de mayo y al volver se encontró una multa. Siguiendo las instrucciones del parquímetro, decidió anularla con el pago de dos euros. La premisa que establecen la ordenanza y los postes en la calle no se cumplió. A los pocos días recibió una notificación de multa por importe de 45,07 euros (90,15 si no realiza el pronto pago, "supongo que como coacción para que no reclame", apostilla).

Acudió a los estamentos del la empresa concesionaria, del grupo Vendex, y el Concello para pedir respuestas pero solo encontró "informaciones contradictorias". Tras intentar respuesta por correo de la oposición y del alcalde -competente en Tráfico hasta que no consiga colocar a Carmen Dacosta-, el particular reivindica una reunión con el regidor para exponer su caso. "Para recibir información de usted, como responsable del servicio, para saber cómo hago para que me devuelvan lo que legítimamente me pertenece. Porque la falta de información, el mal servicio y la confusión, tanto de empresa como de Policía Local, me están costando más pérdidas de tiempo y dinero que la cantidad a devolver".

Julio Fernández critica que "unos me remiten a otros". "No parece un servicio tan eficaz como las sanciones y el cobro de las mismas", concluye.