El diputado del PP que será juzgado por amenazas y coacciones da marcha atrás y se aferra al puesto

El alcalde y diputado del municipio fronterizo con Portugal de Baltar, con un juicio en los próximos meses que ya es inevitable por presuntas presiones, amenazas y hasta persecuciones en coche a rivales del PSOE y a una farmacéutica del municipio sin militancia, no dejó ayer el camino expedito al PP de Ourense como se vaticinaba. José Antonio Feijóo, exdirector de sucursal bancaria y con participación en sociedades inmobiliarias, congregó con tres horas de antelación a los medios tras haber comunicado a un periodista su intención de pedir la suspensión temporal de militancia del partido; no quiso aceptar preguntas después de un afectado alegato a favor de su honestidad e inocencia, e inopinadamente manifestó lo contrario de lo esperado al final de su declaración: "No tengo ninguna intención de dejar ninguno de los cargos que tengo. La militancia del partido, tampoco".

Tras el cambio de planes, Feijóo Alonso reconoció que pedir la suspensión del PP estuvo sobre la mesa por su estado anímico "durante diez minutos". "Luego volví a la realidad. Quien me juzga cada día son los vecinos". En las elecciones municipales de 2011, solo unos días después de que perpetrara las supuestas coacciones, visitas y llamadas por teléfono para presuntamente conminar a sus rivales a no plantarle cara, el regidor robusteció su mayoría absoluta incrementado el número de concejales de gobierno a 7 contra 2.

La juez de Instrucción Uno de Xinzo ha ordenado la apertura de juicio oral por presuntos delitos de coacciones y amenazas y estableció una fianza de 120.000 euros que, en un segundo auto, -"fue un error lamentable", tildó ayer Feijóo Alonso- ha sido corregida a 12.000.

La medida se fija para garantizar una indemnización a los denunciantes en el caso de condena. El regidor y diputado es un abnegado baltarista. El expresidente lo fichó para comandar al PP en Baltar en 2007 desde las filas de Coalición Galega con las que gobernó el ayuntamiento limítrofe de Xinzo con el respaldo durante dos años de PSOE y BNG "y 1.248 votos". José Luis Baltar lo promocionó frente a otro alcalde de su junta electoral como diputado tras las elecciones de 2011, en los meses previos a que se consumara el relevo de padre a hijo en la Diputación de Ourense, el segundo de los dos traspasos de poder. El regidor de Baltar forma parte de la junta de gobierno provincial y también integra la directiva del Partido Popular ourensano.

El máximo responsable del partido en la provincia, José Manuel Baltar, sugirió un camino bien distinto hace unos días. En una entrevista en Onda Cero Ourense, Baltar sonó meridiano. Dijo que actuaría "contundentemente" con los estatutos del partido en la mano una vez tuviera constancia de la notificación judicial. Ayer mismo, el día en que dos de sus diputados se enfrentaron a los focos por sus causas con la justicia -Feijóo Alonso y el regidor de O Carballiño imputado en la Pokémon- el presidente dio a entender que el mandatario de Baltar optaría por la misma iniciativa que la que adoptó su padre tras admitirse a trámite la querella por prevaricación del fiscal jefe, evitando en consecuencia un expediente del partido.

"Es una cuestión personal solicitar la suspensión de militancia, lo decide él. Hoy voy a hablar con él en junta de gobierno para ver que información tiene porque a principios de semana aún no se le había comunicado ninguna resolución judicial. Es cuestión de hablar, no dramatizar, y de resolver conforme a las normas de convivencia", explicitó el presidente. Las fuentes consultadas reconocen que "la idea que teníamos para que no se contaminaran las siglas del partido era su petición de baja temporal". Desde la cúpula provincial afirman que no se ha tramitado la apertura de expediente.

Tras su comparecencia sin preguntas, el alcalde de Baltar afirmó a FARO haber "consultado antes con el presidente mi declaración. Respeto al partido y mi diálogo es total y absoluto". José Antonio Feijóo tiene estatus de acusado formalmente por el PSOE y por la Fiscalía de Ourense. Asimismo, la Audiencia Provincial calificó su comportamiento con los rivales socialistas y la boticaria como una "actitud intimidatoria". El tribunal apreció indicios delictivos y denegó el archivo de la causa.

El alcalde del municipio arraiano llegó solo a la sede del PP en la Rúa do Progreso, donde únicamente se cruzó con un colaborado cercano al presidente provincial y con el gerente del partido. Feijóo, rodeado por los flashes que esperaban la noticia que no pronunció, empezó confesando sentirse "muy mal. Se me ha hecho un daño irreparable que creo que no me merezco y por desgracia ya me han juzgado. Si alguna cualidad tengo es la de ser transigente y humilde con los demás".

El alcalde acusado se apoya en la confianza de sus vecinos y en su modelo de gestión. "Aprobamos por unanimidad hasta los presupuestos y pagamos a 30 días". Su honorabilidad que el PSOE y Fiscalía ponen en duda no la discute. "Soy un demócrata absolutamente convencido". Feijó pide que el juicio "sea lo antes posible porque ahí se verá mi inocencia". Es "injusto", dice, "que se acuse y se mortifique a una persona sin pruebas".

Los socialistas expondrán entre otras acusaciones un supuesto intento de soborno a un jubilado y candidato rival con dinero en efectivo y una oferta de un trabajador de ayuda a domicilio. Piden nada menos que 24 años de prisión sumando delitos de coacciones, amenazas y malversación. "Lo mejor que pueda hacer este alcalde es dimitir del PP y sobre todo de sus cargos. Está acusado de acosar por su ideología política y su condición de poder, con una actitud mafiosa", apremió la secretaria de Organización del PSOE en Ourense, María Quintas.