Los 24 trabajadores afectados por el Expediente de Despido Colectivo que aplicó la Diputación de Ourense se han desvinculado definitivamente de la institución, ya que ayer fue su última jornada de trabajo. Se cierra así el primer ERE de una administración pública gallega desde la aprobación por parte del Gobierno de la ley que los autoriza. El presidente, Manuel Baltar, se convirtió en el primer gestor político que se acogió a esta norma en Galicia, presentando el inicio del expediente el pasado diciembre.

También ha sido el ERE menos ruidoso en cuanto a movilización social, ya que sus trabajadores no han levantado la voz ni una sola vez durante los dos meses del período de consulta, ni cuando la negociación se dio por finalizada al no llegarse a ningún acuerdo entre el comité de empresa y los representantes de la Diputación.

Su despido repercute en un ahorro anual de 870.000 euros a las arcas provinciales una vez se abonen las indemnizaciones. La Diputación acordó pagarles 25 días por año y 18 mensualidades. Este año se pagará lo correspondiente a 20 días por 12 meses, y el resto en enero de 2014.

En todo caso, de los 32 afectados inicialmente, solo se ha formalizado el despido de 24. Cuatro trabajadores fueron suprimidos del expediente durante el período de negociación, y otros cuatro fueron anulados después. Se trata de limpiadoras del Teatro Principal cuya contratación forma parte del pliego técnico para la externalización del servicio que la Diputación ha sacado a concurso.

En todo caso, el ERE ha finalizado en la Diputación pero inicia un nuevo recorrido en el juzgado, ya que el comité de empresa, a través de CC OO, prepara la demanda contra todo el expediente por considerar que las causas económicas no está justificadas. Además, al menos cinco trabajadores cedidos a otras administraciones preparan denuncias por supuesta cesión ilegal.