El proyecto de explotación minera de feldespatos de Xinzo, que está pendiente de licencia de la Xunta, sigue sumando detractores. Un informe ambiental y de recursos elaborado por la Asociación Corno do Monte, integrada por agricultores y regantes de la zona donde se prevé implantar el proyecto, afirma que esta explotación, altamente contaminante, afectará a más de 20.000 hectáreas de tierra cultivada consideradas de especial interés agrario, pues generan unos 30 millones de euros al año. En ellas se producen entre otros productos, la "Pataca da Limia", con indicativo geográfico protegido o el 80% de la harina del Pan de Cea, con denominación de origen.

Esta comunidad de regantes de los pueblos de Rebordechá, Paredes, Moreiras, San Pedro de Laroá, Laroá, Fiestras, Seoane y Faramontaos, todos ellos en el Concello de Xinzo de Limia, acaba de constituirse como asociación para parar el proyecto minero "Faramontaos, nº 5089.1", publicado el pasado 17 de enero el Diario Oficial de Galicia y que la empresa Minicer S.L. quiere implantar en los mencionados núcleos y parroquias de A Limia. Los agricultores de Corno do Monte consideran inviable este proyecto, "en una comarca en el 70% de terreno cultivable, frente al 25% que tiene el resto de Galicia y en el que se asientan además 600 explotaciones ganaderas", afirman.

Pero, ¿qué es y por qué resulta tan contaminante un proyecto de extracción de feldespatos como el que quieren implantar en A Limia? Los feldespatos, un tipo de roca subterránea muy abundante en esa zona, se utilizan una vez transformado para la industria cerámica.

Su explotación, que en este caso ocupará casi 400 terrenos de zona cultivable, incluye una fase de flotación dentro del proceso, que se realiza con un aporte de ácido o fluorhídrico altamente corrosivo y en balsas que alcanzan los 15 metros de profundidad. Los regantes de la zona también tienen concesiones de aguas, otorgadas por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, para pozos artesanales de 8 metros y de aguas superficiales en el río Faramontaos y Nocedo. "Es imposible que 60 hectáreas de láminas de agua ácidas, no lleguen a afectar a los pozos y cursos de agua, e incluso una de las parcelas está a 150 metros del río", explica Corno do Monte. A todo esto hay que sumar que, si sale adelante el proyecto minero, tendrá 30 años de concesión con lo que, según los expertos el ámbito de afectación aumentaría.

El caso de la explotación de feldespatos de Pedra Alta, también en A Limia, fue denunciado hace pues años después de su cierre, dejaron bidones de ácido abandonados cuyo daño en el subsuelo es incalculable.