La aldea de Purdeus, en el Concello de Parada de Sil, es la primera de la provincia de Ourense que convierte en fiesta la antigua labor doméstica de secado de las castañas y la recupera como 'Fiesta da pisa', en la que participaron ayer vecinos y visitantes.

En todo Parada de Sil se recogieron en el último mes más de 80.000 kilos de cientos de castaños centenarios repartidos por toda la Ribeira Sacra, en las orillas del río Sil. Sin embargo, hace 15 años que nadie las seca ni las pela para su conservación.

Así, ayer los vecinos se reunieron en Purdeus para guardar en sacos las castañas que fueron colocadas hace 15 días en el secadero de castañas, en el que el fuego permanece encendido día y noche, pero previamente fueron golpeados contra un tronco de madera o "pisón" por varios vecinos para separar la piel de la castaña. Pero para guardar sólo el fruto seco ya pelado hay que aventar el contenido de los sacos en un proceso llamado criba, sobre una bandeja de madera en la que las castañas son lanzadas al aire.

Las castañas secas y peladas se guardan en arcas de madera para usarlas en la próxima primavera y preparar platos tradicionales como castañas con leche mazada de postre, o con chorizo y huevos de principal.

Las castañas no estaban ayer a la venta porque, según el alcalde, se vendieron todas a dos industriales de La Rioja y Castilla por 1,50 euros el kilo.