La detención del jefe de la Policía Local de Ourense, Abelardo Ulloa Pardo, por parte de agentes de Vigilancia Aduanera por su relación con la trama de presunta corrupción que investiga el Juzgado de Instrucción número Uno de Lugo ha traído a la memoria del director general de Servicios de Setex Aparkisa, Jaime López de Aguilar, la batalla judicial que inició en 2006 contra la adjudicación de los servicios de la grúa y la ORA de Ourense a Doal. Esta empresa está integrada en el grupo Vendex, al que él había pertenecido pero que abandonó enseguida al detectar "prácticas irregulares" en su socio, Gervasio Orlando Rodríguez Acosta, también detenido en la Operación Pokémon y enviado a prisión por la juez tras tomarle declaración.

López de Aguilar explica que el jefe de la Policía Local fue el encargado de realizar el informe técnico que vinculó la concesión a Doal en contra del resto de empresas que concurrían, entre ellas Aparkisa, que asumía el servicio desde 1989 y que había renovado el contrato en 1996. La junta de gobierno local del 6 de abril de 2006, presidida entonces por el alcalde del PP, Manuel Cabezas, desoyó las quejas formuladas por la entonces concesionaria, que detectó "lagunas" en el informe de Ulloa.

Recuerda López de Aguilar que mejoras idénticas ofertadas a mayores de las exigencias del pliego por varios aspirantes "recibían más puntuación si provenían de Doal". Es el caso de la propuesta de incorporar al servicio un "multamóvil", que fue planteada por varios candidatos pero "se valoró de forma diferente". El informe, según explica el director general de Aparkisa, tampoco tenía en cuenta que varias empresas aspirantes contaban con el certificado de calidad ISO 9000, pero en cambio, "consideraba como mejora y valoraba la intención de Doal -que no lo tenía- de conseguirlo durante el período de concesión". Seis años después, ironiza López de Aguilar, "todavía no ha logrado ese sello".

Setex Aparkisa consideró que las valoraciones a favor de Doal que recogía aquel informe "eran muy descaradas" y presentó un recurso que llegó al Juzgado de Instrucción. "Perdimos en primera instancia", recuerda, "y decidimos no seguir adelante al ver como se sucedían los acontecimientos".

Ahora, añade, "vemos con más motivos que había lagunas y si realmente se llega a demostrar que el proceso no fue limpio habría que revisar el contrato, es una cuestión de sentido común". Para Jaime López de Aguilar es "lógico" que se anule la adjudicación "si fue fraudulenta".

El concurso de adjudicación ahora en el punto de mira se celebró cuando Manuel Cabezas era alcalde y el actual regidor, Francisco Rodríguez, era portavoz del grupo socialista en la oposición. Tanto él como el responsable del BNG, Alexandre Sánchez Vidal, siguieron de cerca el proceso pero criticaron que no se les permitiese estar en la mesa de contratación. Curiosamente, ambos valoraron que la decisión final de la adjudicación hubiese tenido en cuenta exclusivamente los informes técnicos y no decisiones políticas, a pesar de que parte de la mesa de contratación apostaba por Aparkisa. La oferta de Doal suponía un coste anual para el Concello de Ourense de 1,162 millones de euros, abaratando en solo cinco mil euros la propuesta de Aparkisa que, entre otras cosas, mantenía el depósito para los vehículos retirados en el centro urbano.

Un falso rumor dio por detenidos a un policía y una auxiliar

La plantilla de la Policía Local de Ourense vivió ayer momentos de tensión, sobre todo por la tarde, cuando empezó a circular el rumor de que la detención de su jefe no era la única. Comentarios en las redes sociales y el boca a boca llegó a dar por confirmado que habían sido arrestados un agente del entorno más próximo de Abelardo Ulloa y su esposa, administrativa que fue responsable de la oficina de multas hasta que una empresa privada se hizo cargo de este servicio.

Tanto el agente como su mujer llegaron a sentirse agobiados al tener que desmentir el rumor. "No sé por qué ni de donde salió pero se ha corrido el bulo de que hay dos detenidos, pero ni yo ni mi mujer estamos en ningún calabozo. Yo estoy en el despacho y mi mujer, en casa", explicó vía telefónica el afectado. Tanto este como otros agentes aseguraron que no había ningún otro efectivo detenido.