Un Jardín del Edén en el corazón de la provincia ourensana, a veinte kilómetros de su capital. Una finca de 10.000 hectáreas que cuenta con un Centro para la Reproducción de Especies Amenazadas (CREA) Félix Rodríguez de la Fuente, y un proyecto único "en el Estado español y probablemente en Europa" que ha sido acometido gracias al sacrificio, dedicación y esfuerzo, durante 25 años, de una persona, Antonio Estévez Prieto.

La originalidad del lugar queda patente desde el momento en el que su fundador explica que los dos árboles que presiden el recinto son pinsapos, una de las especies más amenazadas del planeta.

Consciente de que el 30% de los anfibios y el 24% de los reptiles están en peligro de extinción en nuestro país, Estévez ha recuperado, con el fin de reproducirlos en cautividad, tritones ibéricos o jaspeados, salamandras comunes, galápagos ibéricos o tortugas mediterráneas.

Sin ayuda política

Tras haberle sido denegadas prácticamente todas las ayudas y subvenciones, la indignación e impotencia que Antonio profesa ante una situación de indiferencia por su obra, le llevan a afirmar tajantemente que "en comunidades como Cataluña o el País Vasco yo tendría una calle", y añade que es el famoso naturalista y divulgador ambientalista desaparecido, Félix Rodríguez de la Fuente, el que le proporciona la fe para seguir trabajando. Del mismo modo, afirma que el desprecio por la naturaleza en España "es enorme".

Antonio Estévez lamenta que las instituciones no hayan tenido interés en visitar el espacio CREA y subraya que "la pérdida de biodiversidad se produce, por tanto, en un escenario de gigantesca dejadez". Por todo ello, ha decidido elaborar un sistema de envío de imágenes en tiempo real desde el laboratorio del CREA Félix Rodríguez de la Fuente a todos los centros de enseñanza que lo deseen, con el fin de que los alumnos puedan visionar en el acto especies en vías de extinción. De esta forma, hace un llamamiento a todos los responsables de los colegios de la provincia o de fuera que se sientan interesados en la idea.

Estévez parafrasea a López Cuevillas para tratar de encontrar una respuesta a la nula ayuda política que ha obtenido a lo largo de su vida, "el gallego practica la fagocitación consigo mismo", una idea que para Estévez tiene que ver con la "propia idiosincrasia del pueblo gallego que se define con el machaque a los que tienen éxito". "Como decía Cela, tener éxito es un delito en España", añade. Sólo ha obtenido el apoyo incondicional de la hija del naturalista que lleva el nombre del centro, Odile Rodríguez de la Fuente, quien afirma sin temor a equivocarse que el centro CREA es "la huella y el legado de mi padre".

Los tréboles de la suerte (con cuatro hojas), que en realidad son una especie de helechos poco común en Galicia llamada Marsilea quadrifolia, no han surtido efecto en el reconocimiento y ayuda económica que ha tenido Antonio Estévez a lo largo de su vida.

El profesor Don Gregorio, gran amante de la naturaleza, protagonista de la película "La lengua de las mariposas", le explicaba a sus alumnos curiosidades como que la lengua de la mariposa es una trompa enroscada como un resorte de reloj, o que las hormigas tienen rebaños de ganado que les proporcionan leche y azúcar. Tal vez sería interesante que se explicaran en la escuela algunas de estas ideas, así como que se conocieran las especies amenzadas de nuestro país, con el fin no perder la unión con la naturaleza. El centro CREA puede ser el motor de una idea "revolucionaria", tal y como afirma Estévez.