El reclamo de "Ourense, destino termal", y encima con termas de uso gratuito en las orillas fluviales, empieza a calar entre los turistas, que convierte cada fin de semana las zonas de estacionamiento de vehículos habilitadas para los bañistas, en una postal de camping improvisado, en el que pueden aglutinarse los días festivos y de buena climatología hasta una docena de autocaravanas.

Eso ocurre cada día y más aún en los fines de semana con con el estacionamiento habilitado en la orilla izquierda del Miño, en Reza, para los bañistas de las termas de Outariz, que no tienen más que cruzar luego a pie la pasarela que atraviesa el río para darse el chapuzón gratuito o de pago. En este estacionamiento se viven en ocasiones escenas próximas al campismo, pues algunos además de hacer parada y fonda con sus autocaravanas, sacan la mesa y comen en alguna esquina de recinto.

Para muchos esta escena es el símbolo de que Ourense empieza a sonar en el mundo del termalismo, aún cuando mientras tanto, en la otra orilla del río, el camping de Untes, siga peleando por conseguir clientes.