La Audiencia impone 11 años de prisión para Mouriño por el homicidio de la joven de Viana

Manuel Mouriño Faria cumplirá once años de prisión por el homicidio de Montserrat Martínez, la joven de Viana do Bolo que fue hallada muerta seis días después de desaparecer la noche del 14 de abril de 2001.

Mouriño, que confesó ser autor de la muerte de la joven nueve años después y durante un interrogatorio en Ibiza por una denuncia de malos tratos, se enfrentó al tribunal del jurado en la Audiencia de Ourense los días 13 y 14 del presente mes y fue declarado culpable de homicidio, tal y como solicitaba el Ministerio Fiscal. Los miembros del jurado rechazaron en su veredicto la tesis de asesinato defendida por la acusación particular al no hallar elementos de alevosía en la relación de los hechos.

La sentencia, notificada ayer a las partes, impone a Mouriño Faria once años de cárcel por homicidio, acercándose más a los 10 años que marca el mínimo legal para este delito que a los 15 máximos que reclamaron el fiscal y la acusación que representa a los padres y la hermana de la fallecida. A estos 11 años hay que restarle los 20 meses que Manuel Mouriño ya ha estado en prisión preventiva.

La resolución, firmada por la jueza Blanco Arce, incluye la obligación de indemnizar con 120.000 euros a los padres de la víctima y con 12.000 a la hermana, además del pago de las costas incluidas las de la acusación particular. También impone al acusado la prohibición de acudir a Viana durante doce años.

La sentencia declara probado que Manuel Mouriño salió del pub Gothan con Montse a las 5,30 horas del 14 de abril de 2001 y que desde allí se dirigió con ella al parque Cabo da Vila, donde, "sin motivos y con ánimo de matarla", la golpeó provocando que cayese al suelo y se hiriese en la cabeza contra un banco de piedra, sangrando abundantemente. En lugar de socorrerla, ya que aun estaba viva, Mouriño la arrastró por el suelo hasta una barandilla próxima para arrojarla al vacío desde una altura de cuatro metros, lo que le provocó un nuevo golpe contra un saliente de piedra del muro. Después bajó por unas escaleras y agarró el cuerpo de la chica por el pantalón arrastrándolo entre la copiosa vegetación, monte abajo, hasta un frondoso punto que impedía su visibilidad. Allí la dejó oculta hasta que fue hallada varios días después, ya cadáver, muerta por un traumatismo craneoencefálico grave.

La juez arropa en su sentencia la escasa fiabilidad que el jurado concedió a las manifestaciones de Mouriño en el juicio, que trató de demostrar un homicidio por imprudencia. Defendió que estando de espaldas a Montse sitió un "cosquilleo" en el cuello que le hizo reaccionar agresivamente provocando la caída accidental de la chica. Sin embargo, cree la sentencia que "es muy difícil" que Montserrat, más baja de lo normal, pudiese llegarle a la oreja al acusado, de "importante altura". Tampoco resulta "creíble y asumible" que lo que parecía un "encuentro amoroso", dada la avanzada hora y la soledad del parque, "generara tal violenta reacción y respuesta en el acusado". La sentencia también da mayor credibilidad al informe médico forense que consideró que la joven aun estaba viva cuando fue tirada por el precipicio que a la versión ofrecida por Mouriño. Para la juez, la "nula fiabilidad" de la versión exculpatoria del acusado y la desacreditación de la misma por los informes médicos, "permiten estimar probado tanto la acción homicida como el elemento intencional que la preside".

En todo caso, la juez justifica la aplicación de la pena de prisión en su mitad inferior en el hecho de que el jurado no acreditó las agravantes de abuso de confianza por una puntual relación amorosa el año anterior, ni la de abuso de superioridad, "al no acreditarse una disminución notable en las posibilidades de defensa de la víctima". En la sentencia se atiende, explica la juez, "exclusivamente a la gravedad de los hechos y al fatal resultado acaecido".

En cuanto a la responsabilidad civil, la juez rechaza las cantidades solicitadas por las acusaciones pública y particular de 240.000 y 600.000 euros, respectivamente, por considerarlas "excesivas".

El letrado que representa a la familia, José Díaz Ocampo, mostró ayer su decepción por la "escasa" pena en años de prisión y la "poca" responsabilidad civil. El abogado de Mouriño, José Manuel Rodríguez, ve "correcta" la indemnización pero insiste en la imprudencia del acto homicida.