El sector de la arquitectura está severamente afectado por la crisis. El presidente de la delegación del Colegio de Arquitectos de Galicia en Ourense, José Jaime Vázquez, revela que media docena de profesionales –de los 240 que hay en la provincia–, "solicitaron la baja" por las dificultades que tenían para pagar la cuota de 250 euros anuales establecidos por el organismo, al no contar con "actividad alguna". Todos ellos albergan la esperanza de poder darse de alta "de forma inmediata", cuando les llegue un trabajo, para poder visar el proyecto.

La delegación del Colegio de Arquitectos de Galicia en Ourense celebró ayer el Día Mundial de la Arquitectura con una visita al Fogar do Transeúnte –diseñado por Pablo Noya y Daniel López–, para simbolizar el derecho que tienen todas las personas a disponer de un nivel de vida que les permita el acceso a una vivienda, reconocido en el artículo 25 de la Declaración de la ONU.

José Jaime Vázquez admite que la declaración de intenciones "dista mucho de la realidad", dato que hay millones de personas en el mundo que no disponen de lo más imprescindible, por lo que las hambrunas "continúan produciendo grandes mortandades. El colectivo intenta paliar la situación con "actuaciones austeras" que desarrollan distintas ONGs en los países más necesitados.

El presidente del colectivo en Ourense señala que incluso en España el derecho a la vivienda es "un tanto utópico", en vista de la oleada de desalojos que se está produciendo por la falta de pago de las hipotecas.

Posteriormente, participaron en una mesa redonda, a partir de las 20 horas, los arquitectos Ana Enríquez, Eva Reza y Javier Suánces.