Un anciano luso se enfrenta a 5 años por asestar navajazos de hasta 10 centímetros a otro hombre

El acusado, según el fiscal, clavó la hoja en el brazo, el hombro y la cara de la víctima

j.f. - Ourense

Un anciano de nacionalidad portuguesa se enfrenta a una condena de 5 años de prisión por ser el presunto autor de un delito de lesiones con arma blanca. Según recoge el escrito de acusación elaborado por la Fiscalía de Ourense, el acusado asestó a otro hombre varias navajadas en plena calle que le ocasionaron lesiones de hasta 10 centímetros de profundidad. Las heridas dejaron incapacitado al agredido durante más de un mes.

El juez de lo Penal dictará sentencia por unos hechos que se remontan al 16 de octubre del año 2007. Minutos antes de la una de la madrugada, el acusado J.B.P., de 72 años y de origen luso, se encontró en la confluencia de la calle Ribeira de Canedo y la Avenida de las Caldas con el que, a la postre, presuntamente fue su víctima.

El fiscal refleja al relatar los hechos que, "comenzando a hablar entre ellos y en un momento determinado sin que se conozcan los motivos", el anciano sacó una navaja con una hoja de 8 centímetros y comenzó a agredir a la víctima. Supuestamente, se la clavó varias veces en el brazo izquierdo, la zona supraescapular izquierda y en la cara, a la altura del labio.

Las navajadas causaron lesiones a la víctima consistentes en una herida transversal de unos 10 centímetros de profundidad en la zona del hombro; una herida de la misma longitud que además alcanzó músculo en el brazo izquierdo; una herida inciso contusa en los labios superior e inferior; así como una lesión dorsal y neumotórax secundario a la herida penetrante.

La agresión hizo que la víctima tuviera que recibir varias asistencias médicas y tratamientos que le incapacitaron para su trabajo habitual durante 40 días, 5 de ellos con estancia en el hospital, 15 en total impeditivos, y dos no impeditivos.

Los efectos de los hechos aún son visibles, porque el agredido tiene secuelas de las lesiones con arma blanca que, según los expertos, suponen un ligero perjuicio estético. La víctima tiene varias cicatrices: una de 2 centímetros en el lugar de inserción del tubo de tórax así como tres de 10 centímetros cada una en la zona del hombro, en la zona dorsal y en el brazo izquierdo.

Por estos hechos y consecuencias, la Fiscalía fija una indemnización de 3.400 euros por las secuelas; así como el pago de más de 3.200 euros al Sergas por los gastos médicos.

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