La crisis del sector de la construcción desbarata las previsiones económicas del Concello de Ourense. La recaudación tras los tres primeros trimestres del año dibuja un escenario donde la escasez de nuevas licencias ha rebajado un 30% los ingresos municipales por el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO). Hasta el fin de septiembre, según los datos recopilados por la Concejalía de Hacienda, el ayuntamiento ha recaudado solo el 44% de lo que había calculado para todo el año al aprobar las cuentas de 2010.

En detalle, lejos de los 1,42 millones de euros que el Concello prevé ingresar atendiendo al presupuesto vigente, los ingresos asociados a la construcción sumaron 628.000 euros desde enero al 30 de septiembre. "Estamos en el 44% del total cuando a estas alturas del año deberíamos llevar el 75% aproximadamente", reconoce Agustín Fernández (PSdeG), concejal de Economía y Hacienda.

Alude a la actual coyuntura del ladrillo y al mayor efecto de la crisis en el sector que durante años propulsó la economía española. Al desglosar para FARO el estado actual de la tributación, Fernández concluye que "es en este impuesto en el que se está cebando especialmente la crisis, ya que la falta de ventas inmobiliarias y el stock de pisos existentes cierra cualquier posibilidad a un repunte de las solicitudes de licencia y, por tanto, de mejora en la recaudación del impuesto".

Iniciadas 131 viviendas

De hecho, según los informes provisionales del Ministerio de Vivienda, entre enero y junio de este año únicamente se iniciaron un total de 131 viviendas de régimen libre y se finalizaron 953. Al cierre de 2009, con registros del Instituto Galego de Estatísticas, en la provincia de Ourense había un remanente de casi 4.000 viviendas finalizadas sin vender; en un año en el que, de acuerdo a la misma base de datos, se compraron un 21% menos de inmuebles en el mercado libre que el año anterior; caída cinco puntos más elevada que la media gallega.

En las antípodas de periodos económicas más boyantes que dejaron su estampa en la cuenta de ingresos del Concello. "En los momentos más fuertes de actividad de la construcción, antes de esta gran crisis, llegamos a recaudar 3 millones de euros al año". Visto el estado actual del cobro del ICIO, el concejal da por hecho que "será complicado llegar a una cifra a final de año superior al 1 millón de euros".

El desajuste del impuesto por obras es el único que preocupa a Agustín Fernández ante un previsible descuadre de los ingresos del presupuesto anual. Transcurridos los tres primeros trimestres, la recaudación del Impuesto sobre las Actividades Económicas está igualmente en bajos niveles aunque, en este caso, desde el Concello se distingue un matiz.

Desde enero hasta el 30 de septiembre, el ayuntamiento ingresó poco más de 129.000 euros por el tributo que grava a las empresas, únicamente el 9,43% de la previsión anual. La explicación se encuentra en que "los datos existentes hasta la fecha en este impuesto son irrelevantes, ya que el periodo para declararlo y liquidarlo empezó el 1 de septiembre y termina el 20 de noviembre", explica el edil.

El de vehículos, al 92,75%

Por lo demás, la ejecución de otros tributos se desarrolla de acuerdo a los cálculos presupuestarios. El Concello ha ingresado un poco menos de 18 millones de euros en lo que va de año por el Impuesto sobre Bienes e Inmuebles (IBI), con el que se espera cobrar a final de año 25 millones. Si se tiene en cuenta que falta por ingresar el segundo plazo de los recibos domiciliados y están pendientes los resultados de las actuaciones de comprobación, las expectativas se cumplirán.

La recaudación del tributo que grava los vehículos censados en Ourense, alcanza a estas alturas un 92,75% de cumplimiento. Se han recaudado ya 4,9 millones de euros de los algo más de 5,1 previstos para 2010.

Con arreglo a la estimación del presupuesto avanza también el cobro del Impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana, la plusvalía. El Concello ha ingresado 3,26 millones, el 83,67% de su objetivo anual.