La familia verinesa de Julia dos Ramos, asesinada hace 6 años en Burgos junto a su marido e hijo menor, han encajado "con decepción" la confirmación del archivo provisional de la causa contra Rodrigo Barrio, que fue sospechoso del crimen de sus tres familiares, y "el único responsable" según los parientes que lo acogieron tras el suceso pero enarbolaron acusación contral él cuando fue detenido, tres años después, por el truculento suceso.

La Audiencia Provincial de Burgos ha desestimado la continuación del caso "porque no existen indicios suficientes", lo que da validez al sobreseimiento provisional dictado en primera instancia por la juez de Menores (Rodrigo tenía 16 años cuando ocurrió el crimen). Ante la última resolución del tribunal burgalés, los familiares de Barrio estudian acudir en amparo al Tribunal Constitucional para desencallar el caso.

Además, el letrado de los familiares personados en la acusación, Adolfo Taboada, explicaba ayer su desacuerdo con el contenido del auto de confirmación de archivo, y con "la forma en que fue dictado, un simple calco del Ministerio Fiscal", indica.

El Ministerio Público ya había encontrado respuesta favorable de la juez de Menores en marzo pasado tras instarla al sobreisimiento provisional; y ahora la Audiencia burgalesa ha ratificado "íntegramente" el auto del órgano instructor sin estimar las alegaciones de los familiares.

"Tienen la sensación de que la Justicia está cerrando los ojos", asegura Taboada, "y hay decepción por la forma en que se aborda el archivo, con un auto no muy bien motivado de acuerdo a nuestro recurso", explica. La acusación había acudido a la Audiencia detallando los indicios que, según su criterio, bastaban para convocar juicio contra Rodrigo. Un anillo de la madre en manos de Rodrigo, la posesión de llaves de la vivienda, malas relaciones con los padres, huellas de calzado similares a las suyas en la casa o una herencia millonaria fueron sus argumentos de cargo.