Cuatro parientes de Julia dos Ramos, una mujer natural de Queirugás (Verín) que fue asesinada en su domicilio de Burgos mientras dormía, la madrugada del 6 de junio de 2004, junto a su marido (Salvador Barrio) y su hijo menor (Álvaro Barrio), recurrirán ante la Audiencia Provincial burgalesa tras el sobreisimiento provisional decretado por la jueza de Menores, Blanca Subiña, en la causa que imputaba a Rodrigo Barrio como presunto autor del triple crimen.

Representados por el letrado Adolfo Taboada, los familiares apelan a la máxima instancia judicial de Burgos. En esta parte, personada en la causa como acusación, están representados dos tíos de Rodrigo que lo acogieron después de que fuera perpetrado un crimen por el que el joven era detenido en Ourense tres años después del cruento suceso. La filiación es mencionada en el escrito que han dirigido a la Audiencia Provincial con fecha de 12 de abril de 2010, considerando que existen indicios para que Rodrigo Barrio "se defienda ante la persona encargada de juzgarle, explicando además lo que nunca ha querio explicar a la familia que lo acogió y que se desvivió por él desde el primer instante".

El recurso reclama la nulidad del auto firmado a 5 de marzo de 2010 por el Juzgado de Menores de Burgos. La magistrada recogió que "no hay motivos de suficiente entidad como para acordar la apertura de juicio", decretando a su vez el sobreseimiento provisional conforme había solicitado el Ministerio Fiscal en noviembre de 2009.

Sin embargo, desde Queirugás argumentan que los "hechos inicialmente demostrados, analizados en su conjunto, evidencia bien a las claras, cuando menos, la procedencia de someter a juicio a Rodrigo Barrio.

Entre sus conclusiones señalan que el joven estuvo con anterioridad a la comisión de los crímenes en la azotea del edificio, disponía de llaves del coche de los padres y de acceso a la vivienda para no forzar la puerta, conocía el domicilio a la perfección; y mantenía "tensas relaciones personales" con sus padres, Julia y Salvador. Hacen referencia, además, al anillo intervenido en Verín al joven durante un registro policial que supuestamente llevaba puesto la madre la noche que fue asesinada.

Así, concluyen que Rodrigo "es una persona egocéntrica, fría, calculadora", evidencian varios dibujos del joven de carácter "macabro", y recuerdan que usaba una talla de calzado que coincidiría con las huellas halladas en el domicilio y la azotea de la casa.

El joven, según esta parte, "no tiene coartada", porque los hechos tuvieron lugar de madrugada cuando, supuestamente, él se encontraba en un internado. Además, "ha resultado ser la única persona beneficiada económicamente por la muerte de sus familiares", al ser heredero universal de un millón de euros en patrimonio. Sin obviar, según esta parte, "las contradicciones, falsedades y ausencias de respuesta" del joven durante la instrucción del caso.

En una alegación prolija que alcanza las 50 páginas, estos parientes concluyen que el auto de sobreseimiento "parte de un planteamiento tremendamente equivocado, cual resulta haber valorado por separado cada uno de los indicios".