X.M. del Caño / OURENSE

El presidente de la Asociación de Talleres Textiles de Ourense, Vitalino Falivena Vidal, pide a la Xunta que tome medidas para salvar los 400 empleos que mantiene el sector, debido a que atraviesa una situación dramática. La competencia china y de otros países que tienen salarios más bajos y menores prestaciones laborales resulta demoledora. En los últimos dos años perdieron 200 empleos en la provincia de Ourense.

Los últimos talleres de textil que cerraron en la provincia fueron el de la cooperativa de Xunqueira, Confecciones Mali -fabricaba camisas en el barrio do Vinteún- y Siclán.

La situación es tan compleja, que el presidente del sector reconoce que ahora mismo los responsables de los treinta talleres que mantienen actividad en la provincia, tanto los asociados como los que permanecen fuera, "estamos tratando de salvar nuestro negocio. En este momento ya no miramos el conjunto, porque antes tenemos que resolver el problema que tenemos encima cada uno de nosotros".

Falta de financiación

Falivena indica que la situación se agrava todavía más, porque el sector no cuenta con financiación para emprender nuevos proyectos que le permitan competir. "Ahora mismo estamos bloqueados por todas partes, porque los bancos extremaron sus precauciones y no conceden préstamos. Yo en este momento si voy a mi banco de toda la vida a pedir un crédito de 6.000 euros en nombre de la empresa, no me lo dan. En cambio antes te daban 60.000 ó 120.000 euros sin ningún problema".

Los bancos están recortando sus préstamos al sector textil, al tener constancia de que las ventas se han retraído mucho por la crisis económica, problema que se suma al efecto de otras variables, como "el acierto que tenga el fabricante en el diseño, el colorido, la acogida que logre en el mercado y el tiempo, dado que una climatología adversa puede dejar miles de prendas en las tiendas".

Falivena reconoce que las ventas en las rebajas "se desplomaron", por la crisis económica. "La gente se ha ido de vacaciones, pero con una gran prevención, por lo que pueda pasar. Recortó mucho los gastos y el tiempo que pasó fuera".

El presidente de la Asociación de Talleres Textiles de Ourense considera que la crisis económica se puede prolongar a lo largo de dos años. "El problema es que muchos talleres no los podrán aguantar. Lo más probable es que a final de año este sector esté acabado, en lo que se refiere al pequeño taller".

La situación podría paliarse, según Falivena, mediante la implantación del paro técnico que la administración "apalabró con el sector". Esta figura permitiría que los talleres se pudieran acoger a ese servicio, cuando se quedaran sin trabajo, para que la administración se hiciera cargo de los operarios, preparándolos, para que la empresa pudiera reconducir su actividad.

La burocracia frena la creación de la marca "Made in Galicia"

El proyecto de creación de la marca "Made in Galicia", por parte de los talleres de confección, con el apoyo de la Xunta, no ha fructificado, pese a la demanda del sector y a la receptividad que en un primer momento mostró el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño.

Falivena culpa de la situación "a la burocracia de la administración, que va muy lenta", además de la interferencia de los intereses de las grandes firmas de moda gallegas y de otras partes del mundo.

El presidente de la Asociación de Talleres Textiles pide a la Xunta que agilice cuanto antes la situación para evitar el desastre. "La verdad es que no lo entiendo, o se les han ido las cosas de las manos o no lo dan hecho. El problema es que están tardando demasiado. En el momento que estemos todos cerrados, ¿de qué nos vale a nosotros que creen una marca gallega?"

La creación de una etiqueta, similar a las que ofrecen las denominaciones de origen, podría salvar a los talleres de textil, según Falivena.

Reclaman un mayor compromiso de las firmas de moda gallegas

La Asociación de Talleres Textiles de Ourense reclama un mayor compromiso de las grandes firmas de moda galleras para salvar los 400 empleos que mantiene en la provincia, sumado a la demanda que mantienen del exterior. Falivena indica que en estos momentos sólo están recibiendo encargos de Vigo, A Coruña y de la ourensana Sociedad Textil Lonia.

Vitalino Falivena también pide la solidaridad del consumidor, que con frecuencia se decanta por adquirir prendas a bajo coste, sin tener en cuenta que se fabrican en paises donde los operarios "realizan jornadas de 16 horas de trabajo, a cambio de sesenta euros de salario al mes y con una sola semana de vacaciones al año".

El presidente de la Asociación de Talleres Textiles de Ourense advierte de que en la mayoría de los paises que se fabrican prendas por debajo del valor de mercado, "no se respetan los derechos de la infancia, no se respetan los derechos de la mujer, no se respetan los derechos del trabajador ni los derechos humanos".