El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, proclamó ayer, durante el acto inaugural de los algo más de 18 kilómetros del tramo Dozón-Cea de la autovía libre de peaje AG-53, que "levantamos una hipoteca, una barrera y una división" que pesaba sobre el interior de Galicia, y además "cumplimos la palabra dada y el compromiso adquirido en Ourense el 18 de abril", cuando se anunció la decisión del Gobierno gallego de retirar el peaje del tramo que discurre entre Lalín y la capital ourensana.

También aprovechó su intervención en el acto de inaugural para anunciar que a los 18 kilómetros de "alta calidad, fiabilidad y seguridad" que se abrieron ayer, y en los que se invirtieron 67 millones de euros, se unirán a finales de 2008 los 13 kilómetros restantes que permitirán completar la conexión entre Ourense y Santiago. Para poner especial énfasis en que la inversión total del tramo de la autovía libre de peaje será de 190 millones de euros.

Se trata de "un esfuerzo de las administración y de las empresas, pero sobre todo de los ciudadanos", recalcó el presidente de la Xunta. Y subrayó que se trata de "una autovía para siempre y para todos", en la que "socializamos los costes y los beneficios", para de esa forma "evitar que no fuera la parte más débil la que cargase con los mayores costes", en clara alusión a los "muchos déficit" que en materia de infraestructuras viene padeciendo desde hace muchos años la provincia de Ourense.

Es por eso que Pérez Touriño destacó que con la autovía libre de peaje Ourense-Dozón, la provincia "da un paso de gigante, y culmina un sueño y una ilusión", y en la que se pone de manifiesto la voluntad firme del Gobierno gallego de cambiar el panorama que había de infraestructuras, apostando por la seguridad vial y favorecer la competitividad, así como conseguir la vertebración real de Galicia.

En esa línea de trabajo, aludió a las diferentes actuaciones "de anticipación "que están diseñadas en el Plan de Infraestructuras y Transportes (PIT), que será presentado antes de que finalice el año, y que dijo se convertirá en "la hoja de ruta" para las dos próximas legislaturas, marcando las pautas de desarrollo y crecimiento".

Una expectativas de lo más prometedoras, avaladas por un crecimiento económico de Galicia, que según las estimaciones que maneja estará en el 4 por ciento, en las que no faltaron las referencias a los beneficios que tendrá para el interior de Galicia, que tendrá a Ourense "como motor económico".

Así, la prioridad que se marca el ejecutivo gallego es "la consecución de una red de transporte que configure un mapa policéntrico", en la que la capital ourensana dijo que está llamada a desempeñar un papel clave en el futuro de las infraestructuras de Galicia, ya que será la puerta de entrada de la Alta Velocidad en la comunidad autónoma, con lo que se "convierte en un magnifico espacio de oportunidades y generadora de empleo".