La Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (ACO) celebró ayer su asamblea general ordinaria, en la que todos los presentes coincidieron en destacar que "si no se incrementa la inversión de las administraciones públicas en la provincia, en un par de años el sector podría sufrir ciertos síntomas de ralentización y, con ello, peligrar decenas de puestos de trabajo en Ourense".

En base a los datos oficiales de los que dispone el colectivo, de cada cien euros invertidos por el Gobierno central y el autonómico en el sector de la construcción gallego durante 2006, "sólo 10,5 se destinaron a Ourense", que se sitúa a la cola de Galicia en recepción de inversiones del Estado y de la Xunta.

Las licitaciones públicas en Ourense durante el pasado año alcanzaron los 223,2 millones de euros, un 42 por ciento más que en 2006, pero una cifra demasiado baja en comparación con los 541 millones que recibió Lugo, los 608 de A Coruña y los 763 millones de Pontevedra.

Estudiando los datos en función del número de habitantes, se comprueba que el ratio de inversión per cápita en Ourense es también el más bajo de la comunidad, 659 euros, la mitad de los 1.289 que correspondieron a cada lucense durante el último año, y por debajo también de la media gallega, que se situó en 2006 en 771 euros.

Este análisis, en opinión del presidente de la Asociación de Constructores, Eligio Nieto, demuestra que la iniciativa privada se ha convertido en el factor clave del sector de la construcción en Ourense y, por ende, en el motor económico de la provincia, aglutinando un 14,88 por ciento del número total de empleos.

Por el momento, los constructores consideran que "ningún otro sector está preparado para sustituir a la construcción como motor económico de Ourense", argumento al que aluden para reclamar "un reequilibrio territorial de las inversiones públicas".

De lo contrario, Nieto entiende que "la iniciativa privada no podrá mantener su actual ritmo de inversiones y, por lo tanto, en un par de años podría empezar a ralentizarse el sector", con el peligro que ello supondría para el mantenimiento de los 15.084 contratos que sustenta.

Otro de los temas que destacaron los empresarios respecto a los proyectos con financiación pública licitados en Ourense es el "retraso notable" de las obras, "sin duda, el más importante el la entrada del AVE".

Viviendas visadas

Pese a la preocupación existente entre los miembros de ACO, lo cierto es que el mercado inmobiliario ourensano no deja de incrementar sus cifras de negocio, un 13,8 por ciento durante el último año, y su volumen de actividad. Durante el último año, en la provincia de Ourense se visaron un total de 3.472 viviendas, un 28,2 por ciento más que en 2005 y con un volumen de negocio que alcanzó los 225,6 millones de euros.

Estudiando los ratios de construcción por municipios, la ciudad sigue liderando la lista de visados con 703, pero la actividad en las villas también está alcanzando registros significativos, como las 511 viviendas de O Carballiño, las 339 de O Barco, las 332 de Barbadás o las 315 de Verín.

La demanda de viviendas también se ha dejado notar en el mercado hipotecario, pues en 2006 se firmaron 4.314 préstamos con un valor medio de 100.582 euros, una cifra elevada sobre todo si se tiene en cuenta que, según datos del Instituto Galego de Estadística, Ourense es la provincia que menos inmuebles posee con hipoteca, un 11 por ciento.

"Cultura necesita más técnicos para agilizar las rehabilitaciones"

Sin perjudicar al mercado de vivienda nueva, las rehabilitaciones se han convertido ya en parte importante del trabajo de los promotores y constructores ourensanos, que lamentan que, a día de hoy, las actuaciones en el casco viejo y áreas protegidas sean "más caras y lentas, por los numerosos trámites y papeles que se deben superar y porque requieren al menos un 30 por ciento más de personal".

Según se puso ayer de manifiesto, mientras que el tiempo medio para la obtención de una licencia de obra en condiciones normales "suele rondas los seis meses, para una rehabilitación en un casco histórico se puede tardar hasta dos años en conseguirla".

Así lo explicaba ayer el gerente de ACO, Cesáreo Fernández, que considera que el principal problema que impide un mejor ritmo de rehabilitaciones reside "en la falta de técnicos para revisar obras y proyectos" por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de Cultura. La comisión que debe dar el visto bueno a todas las actuaciones en las áreas protegidas de la provincia, "sólo se reúne una vez al mes" y ésta es la razón por la que se van acumulando los expedientes.

Código técnico

Otro punto abordado ayer en el encuentro sectorial fue la entrada en vigor durante el día de ayer de la segunda fase del Código Técnico de Edificación. En este sentido, Nieto explicó que, en Ourense, la nueva normativa repercutirá un poco en el precio pero "apenas se notará en el trabajo de los constructores" debido a que, a su juicio, "aquí ya se construía con calidad".