La Guardia Civil obtuvo ayer un total de 24.150 euros con la venta de 114 de las 376 armas que salían a la venta en la primera subasta de este año en la Comandancia. Todas ellas son legales, con numeración y papeles, entregadas a los agentes o incautadas en alguna operación policial.

La mayoría del material que ayer se ofertaba al público eran escopetas, un total de 318, pero también podían comprarse 44 pistolas, seis carabinas, 7 revólveres y hasta un rifle. Finalmente, los agentes adjudicaron 87 escopetas, 16 pistolas, cuatro carabinas y tres revólveres.

La jornada llevaba preparándose varios días y, de hecho, los interesados tuvieron ocasión de conocer más de cerca el material entre los días 12 y 16, periodo en el que las armas permanecieron expuestas al público en un garaje de la Comandancia, en Santa Mariña.

De las 376 armas que ayer salían a la venta sólo 114 tienen ahora nuevo dueño, particulares con licencia que consiguen de esta forma un arma de segunda mano pero en buenas condiciones y a muy buen precio.

Como viene siendo habitual, la puja de ayer tuvo un producto estrella, una escopeta por la que su ahora dueño pagó 2.000 euros, una cantidad elevadísima en comparación con los 12 que pagó uno de los compradores por otra de las escopetas exhibidas.

La Guardia Civil sacaba a la venta ayer 220 armas de fuego de primera subasta y 156 de segunda. De las primeras quedaron en excedente 150, que se volverán a llevar a la puja del próximo año, mientras que las 114 de segunda subasta que no se vendieron quedarán ya para chatarra.