Quintana compromete una "revolución tranquila" de lo social en la provincia

Víctor Rodríguez / Ourense

El vicepresidente de la Xunta de Galicia y de Igualdade e do Benestar, Anxo Quintana se comprometió ayer a llevar a cabo una "revolución tranquila" de los asuntos sociales, sobre todo en el interior de la comunicad, y con especial incidencia en la provincia de Ourense.

El compromiso lo daba a conocer al termino el encuentro que mantuvo con las cuatro coordinadoras provinciales de las asociaciones de mujeres rurales de Galicia que ayer celebraron en las instalaciones de "A Carballeira" de Santa Cruz de Arrabaldo, en el concello de Ourense, y en el que estuvo acompañado por el conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, y la secretaria xeral da Igualdade, Carmen Adán.

Para Quintana, una de las actuaciones de referencia pasa por aumentar y mejorar los trabajos de ayuda en el hogar, y destaca que la provincia tiene una población "tremendamente envejecida", y que en algunos concellos los vecinos que superan los 65 años representan más del 35 por ciento de la población que tienen ese municipio.

De ahí que, ante una realidad como la que tiene la provincia, y otras zonas del interior de Galicia, el Gobierno gallego "debe hacer frente". Así es rotundo al afirmar que "la gente mayor tiene que permanecer en su hábitat el mayor tiempo posible", por lo que señala la necesidad de poner en marcha los mecanismos necesarios para conseguirlo.

Uno de ello es el "duplicar esfuerzos" para conseguir la creación de una red de centros de día que permita a esas personas seguir residiendo en su localidad donde han residió durante toda la vida. También dijo que las personas mayores "deben sentirse protegidos, amparados y acompañados, a los que tiene que contribuir la Administración gallega.

Pero también indica que es necesario incrementar la red asistencial de residencias para la tercera edad, y para eso dice que tiene que haber iniciativa pública, ya que "no se puede seguir con el sistema que actual".

Es por eso que insiste en "el paso adelante que debe dar la administración" y conseguir consolidar esa red pública de residencias para evitar que ninguna persona mayor "quede desamparada o al margen en lo que atención social se refiere".

También dejo claro el reto de "potenciar el medio rural", de ahí la importancia que dice tiene "para nosotros el movimiento asociativo como el de las mulleres rurais", como explicaron a la coordinadoras provinciales de estas asociaciones, así como las diferentes líneas de colaboración.

Las acciones deben servir para que las mujeres vayan teniendo mayores oportunidades desde la igualdad, y que su contribución sirva para que el medio rural cobre una nueva potencialidad. Así, en su intervención, Quintana hizo una encendida alabanza al papel de la mujer rural, que "tiene que apandar con todo", en alusión a que atiende a los hijos, los mayores, realiza las tareas de casa, y trabaja en las tareas del campo. Es por eso que habló de "discriminar de forma positiva" a estas mujeres.

"Abandonar la cultura de las subvenciones"

Uno de los mensajes de Quintana a las representantes de las mujeres rurales fue inequívoco: "Tenemos que abandonar la cultura de las subvenciones", y añade que se acabó eso de que la única relación entre el movimiento asociativo y la administración se la de "¿Cuánto me dais de subvención?".

El futuro pasa por unos criterios y una política diferente, marcada por la colaboración en las actuación a llevar a cabo Para el vicepresidente de la Xunta lo importante es que la interlocución con la asociación de mulleres rurais lleve a marcar retos en común en "el nuevo tiempo político que se abrió para el rural".

Las Mulleres Rurais de Galicia dan "un diez" a Quintana y dicen estar ilusionadas

Anxo Quintana pasó ayer su particular examen con las representantes de las asociaciones de las Mulleres Rurais de Galicia, y por lo que dijo posteriormente la presidenta de la federación gallega, Marisa Diéguez, con muy buena nota, pues no dudó en afirmar ante más de 800 mujeres que asistieron a la comida de confraternidad, el presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, el alcalde de la capital, Manuel Cabezas, y el de otras zonas de la provincia, que "le doy un diez".

Es por eso que la presidenta de las mujeres rurales dijo estar "muy ilusionada con el trabajo de la nueva Xunta", además de destacar la receptividad mostrada por el vicepresidente, el conselleiro de Medio rural y de la secretaria xeral de Igualdade.

También dejó claro Marisa Diéguez que la mujer rural "es el motor del cambio, para subrayar algunas de las capacidades de la mujer: "Convencer al hombre, cuidar de los hijos, y trabajar en las explotaciones". Es por eso que reivindica un mayor apoyo para las mujeres, propuestas que le fueron expuestas al vicepresidente de la Xunta, que según comentó "fueron atendidas".

Los alcaldes de diferentes zonas de la provincia que estuvieron presentes en el acto también fueron destinatarios de los agradecimientos de la presidenta por el apoyo hacia todas las asociaciones de mulleres rurais.

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