Fronteras para las ruedas

E. O. / BARBADÁS

Confusión y pocos viajeros caracterizaron el primer día en que Barbadás contó con dos líneas de transporte - un autocar de Alfer, sobre la que pesaba una amenaza de boicot que salió de la asamblea del Bloque y el autobús urbano de la línea 7- para desplazarse por la ciudad.

Antonio Paz, chófer del "Covadonga-A Valenzá" no sobrepasa desde ayer el cruce de Piñor, en el límite del término municipal de Ourense. La jornada empezó para él igualmente a las 6:50 de la mañana, pero saliendo de una parada habilitada en la margen derecha de la glorieta a la carretera de Madrid. "No ha habido incidencias pero creemos que el lunes llegarán los problemas", afirma.

Por Barbadás circulaba un autocar de la empresa "Alfer", con 50 plazas y que traslada de forma gratuita a los viajeros y los deja en las paradas de la calle Marcelo Macías, Xardín do Posío y Tras Alameda. Hasta allí fue seguido toda la mañana por agentes de la Policía Local, que a las 12:30 pedían al nuevo chófer que se incorporaba toda la documentación relativa al servicio:carné, disco y libro de rutas. No lo multaron a pesar de que el autocar carece de varias medidas preceptivas.

En las paradas del autobús de A Valenzá, la conversación gira en torno al transporte. "A xente non quere subir nestes coches porque non quere perder os dereitos dun autobús urbano que leva aquí funcionando máis de 20 anos", explica Benito Paz. Llega un autocar. Un espontáneo grita: "Aquí non pares".

Existe preocupación por el colegio de los niños y el trabajo. "Se non é porque teño o piso en propiedad, eu marcho", dicen algunos vecinos.

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