El alcalde de Barbadás se refugia en la casa de un edil ante la presión vecinal
Juan Calvo / OURENSE
El alcalde de Barbadás, José Manuel Freire Couto, se vio obligado a refugiarse en la casa de un concejal ante la presión de una asamblea vecinal convocada por el grupo municipal del BNG y en la que estaba presente la vicepresidenta del Parlamento Galego y ex edil del citado concello, Tereixa Paz. Alrededor de las 21 horas, la Guardia Civil fue avisada para "rescatar" al regidor local, que participaba en la inauguración de la sede de la asociación vecinal, de un grupo de ciudadanos molestos con la decisión que había alcanzado para que el transporte urbano no quedara paralizado, como consecuencia de un fallo judicial que prohíbe a los autobúses de Ourense entrar desde hoy en la línea de la empresa Anpián, que transcurre entre Ourense y Barbadás.
Tras la llegada de la Guardia Civil e impulsados por la actitud del alcalde -los vecinos insisten en que no había intención de hacerle nada a José Freire Couto, que son gente pacífica- un grupo de cincuenta personas se desplazó desde el colegio público de Barbadás, donde se celebraba la asamblea del BNG, hasta la rotonda de A Valenzá, con el propósito de cortar el tráfico. Lo consiguieron por algo más de media hora ante la actitud contemplativa de la Guardia Civil y la Policía Local de Barbadás y Ourense, que prefirieron solventar el conflicto con prudencia. La manifestación se disolvió sola, con el firme propósito de repetirla el lunes a las 8 de la tarde, no antes de que se hiciera un llamamiento para no coger los autobuses que hoy pone la empresa Alfer.
Según el BNG, el enfrentamiento se debió a que el alcalde rehusó -cuando se dirigieron los miembros de la asamblea de la denominada Plataforma do 7 a darles explicaciones, algo que sí había hecho con los vecinos que asistían a la inauguración de la sede de la Asociación, megáfono en mano. Una y otra reunión vecinal tenían lugar a veinte metros.
Por la mañana, el alcalde de Barbadás se mostraba descontento con la decisión adoptada por el de Ourense. Aseguraba que forzar a que el transporte urbano de Ourense fuese hasta el límite del municipio y allí realizar trasbordo a otro autobús que pusiera Barbadás no era la solución mejor, ni siquiera de carácter provisional. Freire Couto arengaba a la salida del pleno de la Diputación a la manifestación y responsabilizaba al Concello de Ourense de esta situación en la que se veían sus convecinos. Sostiene que se sintió sorprendido cuando se le comunicó el jueves que Anpián no podía hacer la línea por la que tanto había peleado en los tribunales con una frecuencia de media hora y con cuatro paradas en Ourense: Marcelo Macías, Trasalameda, Posío y Parque de San Lázaro. Anpián no logró demostrar ante la Dirección Xeral de Transportes que tenía derecho a estas cuatro paradas.
Oficialmente, el gobierno de Ourense se mantuvo en su decisión. Por atrás, Freire Couto intentaba un acuerdo con Cabezas. Ya por la tarde, el regidor de Barbadás se mostraba más tranquilo. Había conseguido sacar adelante la propuesta de que un autobús recorriera la línea Ourense-Barbadás, autobús que pertenece a la empresa Alfer, ligada con la empresa Avanza, a la que el concello adjudicó el transporte urbano. El gobierno ourensano ya avanzada la tarde afirmaba que no variaba un ápice su propuesta y arrojaba sobre la Dirección Xeral de Transportes la responsabilidad de dejar entrar o no a la línea de Alfer en Ourense. Anpián solicitó ayer a Transportes incrementar sus paradas en Ourense.
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