Superpiñeiro realizó ayer "un canto a la risa" en el pregón de la fiesta "Galo pica no chan" de Muiños. Reivindicó el humor como terapia para vivir. Y ya en un tono un poco más nostálgico, recordó que cuando era niño, su padre lo llevaba a Muiños en la moto, delante de él, para pescar en As Conchas y en Salas. Transcurridos unos años, visitó de nuevo la zona con su hermano Jaime, en repetidas ocasiones, para ver los dólmenes y yacimientos históricos.

Superpiñeiro se mostró encantado de poder palpar todos esos recuerdos. Y confesó: "Me parece uno de los lugares más bonitos de la provincia". En el transcurso del pregón, resaltó la grandeza de la Baixa Limia y del Xurés, intercalado con opiniones de O Galo Cecilio, un carismático personaje de Supermartes que él mismo dirige.

Ya fuera del acto oficial, el alaricano explicaba que Supermartes suele realizar "un cambio de formato o lavado" cada dos años. Y esto se une ahora al cambio del Gobierno gallego, "para ver por dónde van las prioridades". Explica que, como siempre, Supermartes tiene contrato anual hasta el mes de diciembre. "Yo espero que continúe, porque esta semana, concretamente el martes, tuvimos un 25% de media, en tres horas y media de emisión, y fuimos durante gran parte de la noche, casi toda, líderes de audiencia".

Fundamentalmente, siempre van incorporando nuevos personajes. "Ahora tiene un protagonismo importante O Galo Cecilio, que funciona con los niños de maravilla". Por lo que está contemplando la posibilidad de montar un espectáculo alrededor del mismo. "Lo pensé un poco tarde, sino ya lo hubiera puesto en marcha en este verano".

Superpiñeiro considera que O Galo Cecilio puede cubrir un poco la carencia de programación que hay en las fiestas para la población infantil.

Como anécdota, recuerda que el mexicano Cecilio, que mueve el muñeco que lleva su propio nombre, está casado con una gallega y tendrán un hijo en los próximos días.

Superpiñeiro, en su condición de pedagogo, también contempla la posibilidad de poner en marcha una campaña en los centros educativos.

Por otra parte, el alcalde de Muiños, Plácido Álvarez, confiesa que pese a que los "bois" da chega le salieron "pacifistas", dado que se escaparon del recinto en el que tenían que enfrentarse, y a la sanción que tuvo que afrontar el pasado año de 600 euros, mantendrá la tradición en los próximos años, teniendo en cuenta que está muy arraigada en el sentimiento popular. En este sentido, señala: "Yo defiendo la "Chega de Bois", porque la piden los vecinos de A Baixa Limia. Y recibimos una gran cantidad de cartas de solidaridad de los presidentes de las Cámaras portuguesas y actas de acuerdos plenarios, con motivo de la sanción". Plácido Álvarez alega que no se puede prohibir la "Chega de Bois", mientras se mantenga la llamada fiesta nacional. "Ahí sí que maltratan a los toros con las banderillas, los matan y los rematan. Y los de ayer ya están pastando ahora, sin problema".