La familia política de Camilo Guerra que reside en O Carballiño está muy consternada con la noticia. Ellos conocieron los hechos hace unos días, pero no han podido establecer comunicación con sus familiares en el DF. Además, y como es natural en este tipo de asuntos, no quieren declarar nada y lo único que desean es que todo acabe cuanto antes y poder ver a toda la familia reunida nuevamente.

Camilo Guerra había tenido negocios de mueblerías en el DF, pero en la actualidad ya no los trabaja y sólo tenía participaciones en esos y otros negocios, fórmula habitual de la economía de los emigrantes en Méjico.

Precisamente su carácter afable, y el no estar al frente de ningún negocio es lo que extrañó a los vecinos y personas allegadas a Camilo, tanto en Amiudal como el Beariz.

Además estos conocidos aseguraron que nunca había tenido mayores problemas, que ellos supieran, en todos los años que lleva viviendo en Méjico. Incluso señalaban que en la actualidad sus negocios no estaban dando las rentas de hacía años, por lo que tampoco nada en la abundancia.