Los lectores tienen la palabra

Por qué lloran los cipreses

Pedro Regojo Otero

Pedro Regojo Otero

Los cipreses lloran por esos valencianos que murieron víctimas de unas riadas que se repiten desde siempre.

En Galicia el suelo absorbe la lluvia que cae y rara vez hay inundaciones.

En Valencia su suelo no absorbe el agua y se producen estas catástrofes. Los cipreses lloran porque constatan que los políticos muchas veces no actúan a la altura de lo esperado.

Nuestro jefe de gobierno Pedro Sánchez estaba en India, país espiritual y hospitalario como tuve oportunidad de comprobar hace unos cuantos años.

Las malas lenguas dicen que Pedro Sánchez no movió un dedo para dejar en evidencia a Carlos Mazón del PP, presidente de la Comunidad Valenciana.

Aquí en esta ocasión fallaron todos, Mazón entretenido en elegir a la persona que dirigirá la televisión valenciana. Pedro Sánchez ausente no ordenó al ejército nacional movilizarse para paliar tan apocalíptica situación.

No fallaron los valencianos y los españoles de todas partes, que inmediatamente acudieron para ayudar a remediar la tragedia.

Cuando Pedro Sánchez accedió a las inundaciones días más tarde fue recibido con gritos e insultos y tuvo que ser rescatado por sus escoltas.

Allí estaba el rey Felipe VI y la reina Letizia que aguantaron el tipo y abrazaron a aquella gente que habían perdido a sus seres queridos y quedarían sin casas ni empresas donde poder trabajar.

Los que conocemos Valencia y a sus gentes sabemos que tienen olor a huerta y a rural.

El valenciano es trabajador y seguramente el más creativo de España.

No entendemos cómo Sánchez no mandó desde el primer momento al ejército para paliar lo sucedido.

Históricamente siempre fue así y el ejército acudía a las distintas riadas en Cataluña y en Valencia. ¿Por qué no fue así?

Yo creo que el pueblo español no se olvidará cuando lleguen las elecciones.

El mundo está en un cambio de ciclo. El triunfo de Donald Trump apabullante en que tiene todos los poderes posibles nos tienen que hacer espabilar y hacernos ver que a Europa hay que reforzarla porque vamos a tener pocas ayudas de Norteamérica.

Los cipreses que siempre ven al cielo lloran porque las cosas no se han hecho bien.

Este país que se llama España es un crisol de muchas invasiones y colonizaciones desde hace muchos siglos.

La epopeya del descubrimiento de América fue una apuesta española y ahí están las universidades, la lengua, la religión y la cultura que hemos dejado.

Tenemos un país fantástico y lo hemos demostrado en esta tragedia de nuestra querida comunidad valenciana.

Que estas líneas sirvan para dar ánimos a esa bendita tierra y reafirmarnos en esta gran nación a pesar de los políticos.

Tracking Pixel Contents