El choco sabroso y saludable

Pedro Regojo Otero

Pedro Regojo Otero

El viernes 12 de mayo empezó a celebrarse [en Redondela] la Festa do Choco, que concluyó el domingo 14.

Ese día, mi amigo Sido cumplió 74 años y lo celebramos a lo grande, con empanada de chocos y con hoquitos en su tinta acompañados de arroz blanco.

Lo celebramos en la cafetería restaurante de los ancianos en la Junquera dirigidas por las hijas de Carlos Alonso (Foxca), q.e,p.d. Una es cocinera y otra, jefa de sala. Y la verdad que tanto la empanada como los choquitos estaban de muerte.

Me comunicaron que dejarían el contrato del restaurante porque pidieron a la Xunta un aumento de 1 euro en el menú del día y no se lo concedieron.

Creo que se confundió la Xunta pues el aumento en los precios de las cosas de comer lo justificaba. La Xunta encontrará otras personas que mantengan el precio, pero no será igual.

La Festa do Choco me trae muchos recuerdos... Hace años estaba de alcalde Xaime Rey y su mujer, Fita Villaverde, mujer buena y caritativa, me invitó a que formase parte del jurado de la degustación del choco. Yo le dije que aceptaba, pero que quisiera que me acompañaran mis compañeros de la directiva de la SAR (Sociedad Atlética de Redondela). Fita me contestó: “No hay problema”.

Había más de treinta restaurantes con fórmulas y las más destacadas eran los chocos con patatas. En mi juventud, en Redondela, no se tomaban con arroz.

Pero una fórmula que todos nosotros coincidimos que era la mejor era la de choquitos con langostinos. Se llevó el primer premio. Después ya nadie pudo comer en casa. El degustar treinta platos nos incapacitaba para volver a comer más tarde.

Otro recuerdo que tengo es que cuando yo dirigía Regojo tenía la costumbre de llevar a los clientes que nos visitaban en fábrica después de hacer sus pedidos de camisas a comer choquitos al restaurante Hotel España que regentaba Luis.

A pesar de ser su mejor cliente no pude conseguir la fórmula de cómo cocinaba los choquitos.

Pero, un buen día, me dijo: “Don Pedro, mi hijo Luis se va a presentar a Correos. Yo le dije: “Dime el tribunal”. Resulta que el presidente era un amigo. Lo recomendé y, la verdad, es que Luis era muy trabajador e inteligente como su padre. Tuvimos la suerte de que ingresó en Correos y uno de los días que fui a comer a su restaurante me acompañó hasta mi coche y, cuando ya estaba arrancando, le dije: “Oye, Luis, no me acuerdo de cómo era la fórmula de cocinar el choco”. Esta vez me lo dijo. El secreto del choco es escaldarlo como se hace con el pulpo. Bueno, al final lo logré.

La producción de chocos es diez veces más alta que la de hace cuarenta años. Sin embargo el precio no baja de los 15 euros.

Las larvas del choco, cuando desova, son comidas por los peces y se pierden, pero alguien tuvo la feliz idea, en la ensenada de San Simón de Redondela, de echar hojas puntiagudas de pino. La producción se multiplicó por diez o más.

El choco de la ría tiene sobresalientes beneficios para los que los toman.

Pero para mí destacaría la capacidad de perder unos kilos antes del verano.

En el mes de abril y mayo se procurará tomar dos veces a la semana choquitos con langostinos y conseguiremos perder unos seis kilos que todos engordamos durante el invierno en parte por falta de ejercicio.

Como veis, los chocos, aparte de ser muy sabrosos, son muy agradecidos: nos hacen perder peso. También vale hacer la prueba en mayo y junio.

Que este mes de mayo, el mes de las flores y la Virgen de Fátima nos hagan reflexionar y dedicarnos a las verdaderas cosas importantes.

*Miembro del Club 55