Convivir

Pedro Regojo Otero

Pedro Regojo Otero

El saber convivir es uno de los grandes secretos para la felicidad personal y la de nuestro entorno.

Todos experimentamos que hay personas cuya presencia nos da un gran gozo y otras con las que nos cuesta convivir, el secreto de la buena convivencia consiste en ver los defectos de los demás con benevolencia y pasarlos por alto, pues todos somos pecadores y estamos cargados de ellos.

Recuerdo en mi pueblo de Redondela que había una señora muy conflictiva que cuando la gente se cruzaba con ella se cambiaba de acera.

Nos puede pasar a nosotros si no nos esforzamos en disculpar los defectos ajenos.

Tenemos el peligro de vivir en nuestra área de confort y nos limitamos a convivir con unas personas que piensan como nosotros. Tenemos que acostumbrarnos a que alguien pueda no estar de acuerdo con lo que digamos. No pasa nada, yo os diría que es enriquecedor, tenemos el peligro de hacer lo que hizo China hasta hace no mucho tiempo, que con sus murallas y aislamiento se quedaron atrás y cuando abrieron sus fronteras constataron que Occidente estaba en muchas cosas más avanzado que ellos.

Todos necesitamos modelos para mejorar y para convivir también.

Hemos celebrado hace un mes la festividad de San Francisco de Sales, fue nombrado por el Papa obispo de Ginebra era la época en que Calvino se apartó de la Iglesia católica en Suiza y había muchos calvinistas activos.

San Francisco de Sales se acercó todavía más a los hermanos separados llegando a entablar una gran amistad con el obispo calvinista.

Al cabo de unos años, cuando el Señor le llamó a la casa del Padre, los ciudadanos de Ginebra decían: “Cuando llegó aquí eran pocos los católicos y muchos los calvinistas. Cuando murió eran pocos los calvinistas y muchos los católicos”.

La transigencia y la humildad fueron capaces de cambiar las cosas.

El 31 de enero pasado fue la festividad de San Juan Bosco, santo muy importante para la transformación social, ya que fue el promotor de las escuelas de formación profesional. Para este gran San Juan Bosco el modelo que inculcó a su orden fue el de San Francisco de Sales y por eso el nombre de Salesianos.

En Vigo, con diferencia, la orden religiosa con más vocaciones y su patrona es María Auxiliadora.

Los antiguos alumnos hablan con mucho cariño de los Salesianos.

Los Salesianos no se quejan de falta de vocaciones como ocurre con el resto de órdenes religiosas en la ciudad de Vigo.

La convivencia nunca es fácil, hay que ejercerla día a día.

La sencillez, la naturalidad y la sonrisa son los mimbres para hacer una convivencia feliz y hacer de este mundo un anticipo del Paraíso prometido.

*Miembro del Club 55