Hipnotízate viendo tres mil veces el mismo partido del siglo. Abúrrete entre los millones gastados por el vertedero de las estrellas del fútbol. Obsesiónate por fichar a la mula Francis vestida de oro. Pero no todo son diamantes lo que corre por la banda. La historia de Óscar, entrenador vigués, es diferente. Un buen día se fue a la India. Y entrenó al Sporting de Goa. Ciudad histórica. Luego fichó por el Munbay City. Donde hacen las películas de Bollywood. Saltó de isla en isla, desde Mallorca a las islas Maldivas. Esas islas que quisieras visitar alguna vez y nunca lo harás. Entrenó allí al New Radiant. Voló a Bangladesh. Ese país que se inunda mucho y hace ropa al por mayor. Y allí lleva cuatro años ganando siete títulos con los Bashundhara Kings. También lleva la selección nacional bangladí. Óscar reúne más títulos que muchas estrellas con piernas de plata. Su carrera es rica en vivencias y experiencias deportivas. Nada que ver con ir todos los años a jugar a Leganés y no encontrar su casco antiguo. En las ligas de aquí se gana más, pero se vive menos.