Yo de ti no juzgaría a los chavales que hacen botellón en la plaza. Porque tú necesitas hacer lo mismo pagando más. Y ni tú ni ellos recordáis la última canción de la sesión. Ni con quién salisteis. Ni porqué estáis durmiendo en un coche aparcado en un polígono industrial. Disfrutar la noche en estos años veinte es sinónimo de alcohol y drogas varias. La música que ponga el dj es lo de menos. Hay personas que necesitan ingerir más alcohol que otras para animarse. El cuerpo se les acostumbra a la ginebra rosa. Llegado este momento, es bueno que te invite un conocido o un pagafantas. Hay otras personas que son alegres sin alcohol. También existen. Con un par de copas puedo bailar de mala gana la última de Shakira. Con dos copas me llegan para bailar cosas que casi detesto. Me da pereza beber más. Es una suerte. Sobre todo ahora que la noche es rica en alcohol, polvos mágicos y dormir en la rotonda.