Se sabe que dos tíos de Isabel II pernoctaron en Vigo en tiempos de la república. De paso a América. Pero la verdadera relación de Vigo e Isabel II es el mar. El mar y su inmensidad. Isabel II recorrió varias veces el mundo a bordo del Britannia. Con ello recuperó los trozos rotos del antiguo imperio británico. Una Inglaterra con heridas de bomba y sin dinero para pagar al lechero. Estrechó lazos desde Australia a Jamaica. Reforzó la débil Commonwealth. Le encantaba el mar y todos esos mundos nuevos. Pasó en esos viajes muchas veces frente a las costas de Vigo. Cuando el transporte oceánico y el Vigo naval estaban en su auge. Nunca hizo escala en Vigo por una sencilla razón. En aquel momento la relación española con las democracias europeas era nula. Más bien tirante y de rechazo. Ella hizo una escala en Gibraltar y casi entramos en crisis diplomática. Por eso nunca vimos al Britannia en la ría de Vigo. Un curioso barco cuya sala de máquinas todavía brilla por todas las esquinas en su base de Escocia.