El bullicio de terrazas, cafeterías y turismo quizá sea un falso espejismo, una necesidad de recuperar relaciones que la pandemia nos robó. Que la fiesta se acaba...

Si el Gobierno no actúa con valentía y disciplina presupuestaria serán los hombres de negro los que actuarán. ¡Qué nuestras cuentas no sean escopetas de feria!

Los bancos centrales llevan mucho tiempo dando a la máquina de crear dinero y eso finalmente crea inflación. ¡Se acaba la compra masiva de bonos! Que la fiesta se acaba...

La guerra está perjudicando de una forma diferencial a Europa, la falta de suministro energéticos sobre todo en Alemania que en otras crisis funcionó como locomotora. La guerra sonroja la inconsistencia energética europea y los dogmas verdes.

La crisis es chunga porque es una crisis de oferta –ya que el incremento de costes energéticos y materias primas dificulta la vida a los oferente– y al reducirse la oferta se genera inflación. Es crisis también de demanda y producción, el nivel de crecimiento se está rebajando continuamente. La subida de tipos dificultará los préstamos a empresas.

Escenario inflacionista: inflación con niveles bajos en la producción, clara tendencia de que los tipos de interés suban para así controlar la inflación que ya veremos donde llega. El tipo de interés puede crear desequilibrios con las primas de riesgo de los países con grandes deudas y desequilibrios presupuestarios. Dificultades en el pago de las hipotecas y cesta de la compra.

Una vez que informamos de la gravedad de la crisis, hay que intentar aportar soluciones para poder mantener una actitud positiva por los diferentes agentes económicos.

El Gobierno deberá servir a ciudadanos, empresas y familias, no estar pensando en contentar a minorías extremistas y sin ninguna preparación económica.

Indexar las pensiones a la inflación puede incrementar el gasto en unos quince mil millones de euros, esto podría hacer insostenible el sistema, sobre todo si pensamos que hemos llegado a inflaciones de dos dígitos –con indicios de que sigue la fiesta–.

A ver qué pasa con las subidas salariales de los funcionarios,. El hecho de estar las elecciones muy próximas puede hacer que la subida de este y otros gastos desequilibren las ya muy desgatadas cuentas públicas. ¡Mi mujer me mata!

Disciplina, creatividad y saber reaccionar con rapidez y una actitud que no admita el desaliento. Flexibilizar el mercado laboral para que el paro no absorba toda la crisis.