Vivir con armonía es el secreto de una vida plena y esta vida es difícil vivirla con armonía, cuando nos dejamos arrastrar por las exigencias de una vida profesional desmesurada por el éxito profesional al que dedicamos todas las horas del día descuidando a la familia.

El domingo 17 de julio, el evangelio relata la queja de Marta al Señor y que le diga a María que la deja sola para las faenas de la casa. El Señor le contesta: Marta, Marta, María ha escogido la mejor parte escuchando la palabra del Señor.

Estamos en pleno verano y es el tiempo en que bajamos el ritmo de actividad profesional y tenemos mas tiempo de reflexión y descanso.

No puede ser este tiempo solamente que tomemos más sol, que veamos más la televisión. Debe ser un tiempo en el que leamos más y dediquemos más tiempo a la familia.

Vivir con armonía nos llevará a ser no solo Marta, que no para de trabajar y siente un vacío interior, ni ser María, pues el pan no llega del cielo como en tiempos del éxodo en que el pueblo judío salía al campo a recoger el alimento diario.

En ese equilibrio entre trabajo y reflexión y cuidado a la familia está el éxito de una vida plena y conseguir una felicidad basada en el sacrificio y en la superación.

Nuestro Gobierno socialista-comunista. encabezado por el señor Sánchez nos pretendía dar una armonía que me recuerda a Pancho Villa robando a los ricos y socorriendo a los pobres.

Con un impuesto a los bancos y a las eléctricas intenta engañarnos y en primer lugar lo obtenido por este impuesto es lo mismo que la pérdida de más de cuatro millones de españoles que tienen sus ahorros en la bolsa y la caída por la cotización de esta medida arruina a millones de españoles.

Pero lo grave de esta medida es que puede llegar a supermercados, a empresas tecnológicas y demás grandes empresas.

El pavor que puede producir esto es que el resto del mundo deje de invertir en España, tan necesitada de dinero en este momento de grave crisis que padecemos.

Que la crisis no es solo española, es cierto, pero más cierto es que el momento de aplicar políticas adecuadas para paliar esta crisis, y no al revés, es ahora.

Sánchez esta dispuesto a corregir el desastre electoral de los dos últimos años: Galicia, Castilla, Madrid y últimamente Andalucía.

El secreto de un buen Gobierno es el bien de todos los ciudadanos y no aferrarse a la Moncloa como bien supremo.

No nos dejemos engañar, al mentiroso se le coge antes que a un cojo.

El pueblo soberano decidirá y sabe que la Segunda República fue un fracaso, que la quema de iglesias y de curas no las causaron los grandes incendios y que las grandes reservas de oro no las robó el ratoncito Pérez.

El pueblo es mas sensato de lo que cree el ambicioso Sánchez. Que Dios reparta suerte.

*Miembro Club 55