“Vigo es la ciudad más limpia de España y queremos mejorar, que sea todavía más limpia” son las plausibles palabras del alcalde de Vigo, en relación a la reciente adjudicación del contrato de limpieza de la ciudad a la empresa FCC Medio Ambiente.

Se plantea como objetivo central la modernización de los servicios y la introducción de parámetros de sostenibilidad: ahorro de agua, energía verde, uso de vehículos híbridos y eléctricos, etc. Todo lo anterior suena muy bien y nadie lo pone en discusión.

Sin embargo, me parece que la definición de limpieza de Vigo debiera ser un poco más amplia y debiera incluir tomar acción urgente sobre las miles de pintadas que inundan la ciudad sin respetar propiedad privada, pública o patrimonio histórico.

Esta vandalización de la ciudad aumenta a diario, no faltara mucho tiempo para, desgraciadamente, ver pintadas en la recién inaugurada Ciudad de la Justicia.