Dice un refrán popular: “No se puede estar en misa y repicando”. Esta cita va al caso de la postura incoherente de la ministra de Defensa en el polémico asunto del CIS y el injusto cese de su directora Sra. Paz Esteban. Dado que, si bien hace unos días en el Congreso de los diputados, defendió a capa y espada, la labor de esta Institución, en la rueda de prensa celebrada tras el último Consejo de ministros trató de quitarle importancia a este asunto, refiriendo que el cese de la Sra. Paz no era una destitución sino una sustitución. Este tipo de explicaciones no tienen justificación, pues lo que más fastidia a los ciudadanos es que los quieran tratar de imbéciles. Porque Sra. Robles, en muchos aspectos de la vida, la coherencia y lealtad van de la mano, y por otra parte, no podemos olvidar que la lealtad tanto obliga al inferior como al superior.

Por lo tanto, si efectivamente está Vd. tan orgullosa de la labor del CNI y sus responsables, ante el cese fulminante de su directora, debería haber solicitado el suyo, y no hacer declaraciones tan sorprendentes, como estar orgullosa de pertenecer al Gobierno de Sánchez, que se pliega a los independentistas en sus exigencias de inmiscuirse en las Comisiones de Secretos oficiales del Estado y cuestionar la labor de Instituciones tan importantes y sensibles para la seguridad nacional, como el CNI. Y todo por mantenerse en el poder, cueste lo que cueste, y caiga quien caiga.