Ya son muchas las ocasiones en que el ministro Garzón nos tiene acostumbrados a salidas de tono en sus intervenciones con los medios de comunicación, pero la última concedida a la prensa británica (The Guardian), ha colmado el vaso del sector ganadero español, al confirmar entre otras cosas que: “España exporta carne de mala calidad de animales maltratados “. Estas afirmaciones, como no podía ser de otra manera, han provocado que distintas asociaciones ganaderas y partidos de la oposición, pidan el cese fulminante de este ministro.

Por otra parte, con estas declaraciones el Sr. Garzón, no hace sino echarse piedras a su propio tejado, porque es a todas luces incoherente e intolerable, que siendo el representante principal del Gobierno en esta materia, haga esta clase de alusiones, dado que, y en el caso hipotético, de que sus afirmaciones fueran ciertas, todo apuntaría a una negligencia en el control de este tipo de explotaciones ganaderas. Por lo tanto, no es razonable que un ministerio, denominado de consumo, siga siendo ostentado por alguien que no hace sino perjudicar gravemente al sector del que es máximo responsable, así como a “la marca España”.