Hay un dicho español que reza así: “Consejos vendo que para mí no tengo”. Pues bien, el pasado 6 de diciembre, día de la Constitución, este refrán cobró plena actualidad, tras escuchar el discurso de la presidenta del Congreso de los Diputados y las declaraciones del presidente del Gobierno, porque, si bien la Sra. Batet arremetió a diestro y siniestro contra la oposición, eso sí de una manera vedada o soterrada (políticamente correcta), el Sr. Sánchez lo hizo con ocasión de su intervención ante la prensa, con un ataque directo hacia el PP, acusándolo de incumplir (de pe a pa), todos y cada uno de los artículos de la Constitución. Ante este arrebato de cinismo e hipocresía, me vienen a la memoria las palabras de un viejo profesor, que cuando nos tenía que reprender de algún modo, utilizaba como introducción lo siguiente: “Y que conste, que soy el menos indicado para dar lecciones de moral”.

Pues bien, después de escuchar las intervenciones de estos responsables públicos, pienso que no hubiera estado de más una nota de humildad en este u otro sentido, porque no olvidemos que si alguien está incumpliendo la Constitución es el propio Gobierno, bien mediante acciones directas o en apoyo de quienes las promueven, a pesar de ser conscientes, de que su única pretensión es la ruptura del orden constitucional y, con ello, la paz y convivencia social de todos los españoles.