Conocí al H. Mauro Mangas García siendo yo un chaval de 10 años, al inicio de la década de los 70, mientras correteaba por el patio del internado Maristas Santa María de Ourense. Acababa de ganar con el equipo del colegio el mítico concurso televisivo “Cesta y Puntos”, contribuyendo a colocar en el mapa al colegio y a la ciudad.

Luego, en 1973, nos fuimos a Vigo, al colegio El Pilar iniciándose quizás el periodo más maravilloso de mi vida y creo que también de la suya. Fundó con el H. Luis Conde el Club de Montaña Santa Clara, en donde nos inyectó el virus del amor por la naturaleza. Durante casi 10 años recorrimos, practicando senderismo cada fin de semana, las montañas de Galicia, los Picos de Europa, los Pirineos e incluso los Alpes. En esto fuimos unos pioneros.

Mauro nos introdujo en la cultura del esfuerzo físico, pero también del trabajo intelectual con sus clases de matemáticas y física increíblemente creativas. Dios le dotó de una mente maravillosa al servicio de sus alumnos. Nos estaba enseñando a pensar. Luego nos dispersamos por las universidades y crecimos como abogados, médicos, ingenieros, economistas, militares... Al mirar hacia atrás y pensar en los profesores que tuve solamente tengo en la memoria a un gran maestro. Gracias, Mauro, maestro, por regalarnos tus enseñanzas y tu amistad.