Después de caerme me levanto. Dejo el COVID y vuelvo a estar sano. No me hace falta turrón duro estas navidades. No me hacen falta gambas con mayonesa ni pinzas de bueyes. No me hace falta tu pato ni tu pavo. No necesito bacalao con pasas, asados interminables ni tartas sin nombre. No me siento con ganas de comerme todo lo que se mueve, mientras intento bailar otra de Bonie.

No necesito champán bueno. Tampoco el malo. No me hacen falta las canciones de la guerra de Cuba que ponen siempre en la tele. No tengo porqué soñar que me voy a hacer rico con la lotería de Navidad. Tampoco espero al Niño. No me hace falta reír los chistes del cuñado una Nochebuena más. No necesito petardos ni resacas. No me hace falta atiborrarme de uvas mientras tocan las doce.

Prefiero celebrar que estoy sano, que tengo un plato calentito y una cerveza bien fría. Algo mucho más importante.