Once de la mañana. Música para regalar. Clase de zumba. Todos se mueven al ritmo reflejados en el espejo frontal. Camisetas rojas, azules, blancas y moradas. Hay una zumbera que destaca mientras mueve sus caderas livianas. Lleva una sudadera negra. Una prenda rock de Nirvana. Con letras de fuego, anuncia un concierto en Nueva York. La cara del líder de Nirvana, impresa en la prenda, se mueve de un lado al otro con los meneítos de la zumbera. Kurt Cobain baila bachata. Un paso aquí, otro allí. Sensual. Porque bailar esta bachata es vivir. Kurt Cobain baila cumbia una y otra vez. Kurt Cobain baila música techno para zumba. Kurt Cobain, mareado, baila una relajante versión caribeña de la película Ghost. Oh my love... Kurt Cobain se mueve a ritmo de sones cubanos y mucho tuerking.

Es curioso cómo el rock grunge se puede mezclar con la zumba. No sé qué diría el bueno de Kurt Cobain si lo llevasen a clases de zumba. Nada, supongo. Pero entre cumbias y bachatas, algo haría.