Por fin dejamos la pandemia para la historia. Ahora diremos antes de la pandemia y después de la pandemia. Gracias a Dios, los casos de contagio del coronavirus y de sus cepas están llegando a su fin y nos están invitando a la normalidad.

Los efectos de la pandemia han sido devastadores en Europa y sobre todo en España, cuyo Gobierno, socialista-comunista, todos están de acuerdo en que los ha gestionado muy mal. El señor Sánchez hizo oídos sordos en aquel 8 de marzo de 2020 cuando todo el mundo y Europa avisaron de que venía una pandemia desconocida y muy contagiosa.

El milagro de las vacunas fue posible porque el nivel científico de EE UU al frente hizo posible hallar unas vacunas para aminorar el nuevo peligro mundial del coronavirus.

Hoy en España estamos vacunados más del 90% de la población y es el momento de iniciar nuestra recuperación.

La clave importante está en el esfuerzo personal. Mi experiencia es que ante las grandes crisis solo hay una respuesta que es trabajar más y así lo han demostrado los alemanes con su líder Adenauer que al terminar sus horarios laborales dedicaban dos horas diarias a reconstruir sus pueblos y sus ciudades.

España es un gran país, tenemos la historia más humana y solidaria de todas las colonizaciones europeas.

Hemos sido el país menos racista desde el primer momento, hemos tenido un defensor del indígena y hemos plagado de universidades todo el territorio americano y Filipinas, dando lo más importante: el conocimiento, que es la base del desarrollo. España no es diferente. La verdad es que con el esfuerzo y el trabajo duro pararemos esta inflación galopante que se nos está echando encima y que nos hará vivir peor.

Necesitamos un nuevo Gobierno que predique el esfuerzo y el trabajo, un Gobierno que diga la verdad del sistema insostenible de las pensiones. Este Gobierno de Sánchez no lo hará porque lo que le preocupa es permanecer en la Moncloa y pacta con el diablo si hace falta, pacta con separatistas y con el lucero del alba.

Hay que trabajar, trabajar y trabajar... aumentaremos la productividad, que buena falta nos hace, la subida de precios la amortiguaremos.

Tenemos una tendencia a echar la culpa a los demás, tenemos el peligro de ponernos unas alforjas y que la parte de adelante ponemos los defectos de los demás y nuestras virtudes y en la parte de atrás ponemos las virtudes ajenas y nuestros propios defectos, esto no puede ser, hay que ser valientes y no engañarnos.

Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, tendemos al mínimo esfuerzo y si un Gobierno como el actual socialista-comunista nos ayuda apaga y vámonos. La serenidad para definir es importante, los conflictos internos de este Gobierno son manifiestos, una parte importante del partido socialista está hasta las narices.

La recuperación está ahí y nuestra necesidad de esfuerzo y trabajo son inaplazables.

Confío y espero el esfuerzo de la mayoría de los españoles para superar la pandemia y el desgobierno de esta coalición socialista-comunista.

*Miembro del Club 55