Este domingo, se van a celebrar en dos países europeos dos consultas populares de interés que no han trascendido mucho en los periódicos nacionales. Una, en Suiza, en donde los helvéticos deciden sobre la igualdad y la legalidad de los matrimonios homosexuales. Por lo tanto, en sus manos está que en la tan siempre admirada y democrática Suiza puedan casarse por lo civil las parejas del mismo sexo, adoptar hijos y, en el caso de parejas lesbianas, tener derecho a la fecundación ‘in vitro’. En este punto es curiosamente donde se mueve el sector opuesto a la legalización, argumentando que si se permite la donación de esperma habría que recurrir al de los hombres ya fallecidos, que con la legislación alpina vigente no está permitido. De todos modos parece ser que el sí va a triunfar y Suiza será uno de los últimos países europeos en permitir los matrimonios homosexuales.

El otro referéndum se celebra el domingo, coincidiendo con las elecciones generales alemanas, en la ciudad de Berlín, que a mayores también tiene elecciones equivalentes aquí a las autonómicas. Ese día los berlineses también tienen que decidir si apoyan expropiar edificios y viviendas en manos de corporaciones bancarias y grupos de inversión para tener espacios habitables disponibles. Este plebiscito ha creado tensiones y controversias entre juristas, políticos, patronal y sindicatos en Berlín, con poca oferta inmobiliaria accesible para la clase media y baja. El lunes, los resultados.