He leído con cierto estupor y bastante vergüenza que un número muy elevado de progenitores habían desheredado a sus hijos.
Un confinamiento de tres meses, en el que en sus propias casas y viendo las noticias de “maldito COVID”, no tuvieron la mínima señal de afecto, de sus seres más queridos, “sus propios hijos”.
Llenos de dolor, desolación y tristeza, anularon sus herencias (los desheredaron).
¿Cómo es posible que se les haga tanto daño a unos padres que te han adorado?
¿Cómo es posible que se pueda hundir, en la tristeza más absoluta, a unos padres que te han dedicado sus vidas?
¿A dónde nos lleva este comportamiento tan vergonzoso y patético?
Yo personalmente no lo puedo entender; que alguien me lo explique.