Ha llovido. He salido a correr con mascarilla pero me he mojado igual. Me paré en el autolavado de mascotas pero no me pude secar. La verdad es que el verano me tiene despistado. Muchos turistas de aquí para allá. Que simpáticos son. Todos con sus acenticos. Qué majos. Y qué ganas de vivir. Y de comer. Qué yo no sé que nos pasa en verano que queremos comernos todo. Hay quien se ha hecho una paella con el unicornio flotador. Nos comemos todo lo que caiga en la red. Todo lo que salga de la granja. Nos bebemos todas las clases habidas y por haber de Albariño, Rosal, Godello y Ribeiro Ya no hablo del licor café. O de las cervezas de antes y después. Lo del café del final no hace mucho efecto. Que al final el verano parece una navidad eterna donde sólo piensas en una cosa. Hace mal tiempo y te das a la comida una y otra vez. Y cuando llegas a la playa te tiras sobre la toalla y no te levanta ni una grúa.. Y el recuerdo que tiene tu hijo de ti es un señor panza arriba que no paraba de roncar bajo la sombrilla de Nivea .