El castro de Alobre de Vilagarcía recibió muchas críticas al suspenderse las excavaciones para facilitar la musealización cuando aún faltaba mucho por descubrir. Durante los trabajos también se oyeron críticas por los materiales utilizados, pues desdibujaban la identidad del castro. En la inauguración de la musealización, el alcalde de Vilagarcía insinuó en un futuro seguir con las excavaciones y esto es absurdo. Con el dinero de la musealización se podría seguir excavando y presentar un castro mucho más amplio y con nuevos relatos.

Hoy también llueven las críticas de varias instituciones como de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), órgano consultivo de la Unesco, y del Consello da Cultura Galega.

Ahora, la presidenta de la Diputación, para lavarse las manos de las críticas recibidas, dice que los castros son de competencia municipal, pero lo más curioso es que fue la Diputación la encargada de modernizar y musealizar este castro.

Nos damos cuenta de que ni el alcalde ni la presidenta de la Diputación se implicaron en esas obras de revalorización de la cultura gallega y que tampoco quisieron escuchar esas críticas bien argumentadas de los ciudadanos.

Hoy tenemos un castro moderno para los turistas con poco valor cultural. Al pasado le quisieron dar un futuro y hoy nos encontramos en un recinto sin pasado ni futuro.

La presidenta de la Diputación dice que el castro de Alobre es toda una muestra de lo que se debe hacer, pero para nosotros es una muestra de lo que no se debe hacer.

Tanto al alcalde como a la presidenta les gusta mucho marcar goles sin importarles el resultado final.