Como caminante empedernido que soy, todos los días salgo a dar un recorrido por distintos lugares del contorno, especialmente por Samil, Alcabre, Paseo Marítimo de Bouzas o el río Lagares. No sabe uno cuál es el preferido, pues todos son de lo más ameno y atractivo.

Pero en este tiempo veraniego, el paseo del Lagares resulta especialmente atractivo por el balsámico efecto de caminar casi continuamente bajo la suave sombra de los árboles que pueblan sus orillas.

Y así lo disfrutan diariamente en invierno y en verano. En todo tiempo, más en verano que en invierno, evidentemente, pero son auténtica multitud de personas de todas las edades y condición social que caminan, hacen deporte pedestre o en bicicleta, o disfrutan de un distendido paseo, de lo más relajante, o fortalecen su cuerpo con el sano ejercicio muscular.

Solo echo de menos una cosa, tanto en el paseo del Lagares como en el Paseo Marítimo de Bouzas. Y esa cosa es un kiosko, un chiringuito o un minibar donde poder tomar un refresco o un café o algo con que calmar la sed en un momento de relajación y descanso.

Creo que sería bueno que el Concello otorgara alguna concesión a alguien que lo solicitara, para satisfacción de usuarios de estos paseos e incluso potenciación de los mismos, aparte de crearse algún puesto de trabajo más, por supuesto.