El mundo se ha puesto en marcha después de año y medio de pandemia y la demanda reprimida por el COVID-19 se ha vuelto loca. La oferta es la que es y, en consecuencia, los precios se están disparando. Tendremos una gran inflación, que será mayor que la que se produjo en tiempos del presidente Suárez, que llegó al 25%.

A amigos míos, distribuidores de derivados del acero o de resinas, les están dando precios que cada semana son distintos y por desgracia en aumento.

No quiero ser un Jeremías, pero, queridos amigos, vamos a vivir peor. Los sueldos van a subir poco y lo que compremos fuera de las cosas de comer se va a disparar y no vamos a reconocer la realidad diaria.

El problema no solo es de España, sino de todos los países, lo único que en España llevamos años gobernados por una alianza del nuevo socialista Pedro Sánchez y los comunistas y el déficit español es de temblar. ¿Quién le pone el cascabel al gato?, hay que esperar dos años y esto es lo inquietante.

Somos un país importante de Europa y quiero creer que Francia y Alemania nos ayudarán a paliar este desaguisado. En toda esta pandemia las divergencias ideológicas se han acentuado.

China, con un capitalismo salvaje en la economía y con una dictadura férrea en lo político, es el país del mundo con mayor número de millonarios.

Rusia, capitaneada por Putin, el comunismo se ha superado pero la economía está controlada por los hombres de su confianza.

Para muchos es una buena noticia que la Casa Blanca haya cambiado de inquilino, Joe Biden es un político veterano que llega al máximo poder en Norteamérica y que tiene las ideas muy claras, China y Rusia no son sus amigos, pero hay que coexistir con estos gigantes.

Hay también buenas noticias: la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, en la entrevista que sostuvo con Bertín Osborne –que se hizo en la casa de su asesor de imagen, señor Rodríguez, porque la señora Ayuso vive en un apartamento en Madrid que no se prestaba para hacer una larga entrevista de casi dos horas–.

Vemos que hay políticos que son honrados, que siguen viviendo donde lo hacían hace veinte años; yo conozco políticos, tanto de derechas como de izquierdas, que viven en los mismos sitios que vivían antes de llegar a la política.

¿Cómo podemos aminorar esta inflación galopante que se avecina, que todo va a ser más caro? La única forma que tenemos los ciudadanos es que nos pusiéramos de acuerdo y gastemos y consumamos menos y esto que digo yo no lo dirá nuestro ministro de Consumo, señor Garzón.

Yo, como norma, soy optimista y superaremos este dislate sufriendo y padeciendo y en las próximas elecciones habremos aprendido a elegir a los políticos que nos conduzcan a la recuperación.

Norteamérica nos podría ayudar, pero ya vemos que el señor Sánchez no consiguió mas que cuarenta segundos de charla con el presidente americano en un pasillo que estaban todos reunidos con motivo de la asamblea general de la OTAN.

La vida sigue aunque no sea la mejor y no llovió que no escampara.

*Miembro Club 55