¿Por qué tanto empeño en ocultar las raíces cristianas de Europa? Aunque en el preámbulo de la Constitución Europea se cita la religión como herencia, creo que el cristianismo brilla por su ausencia.

Hace unas semanas, el Club 55 de Vigo, en una conferencia virtual, nos puso un vídeo del profesor D. J. A. de los Ríos titulado: “Raíces de la Unión Europea y significado de su bandera” . Le digo que a mí me gustó muchísimo, tanto que me siento obligado a decirlo públicamente y si es posible en su estupendo periódico.

Este vídeo me ha hecho reflexionar especialmente sobre los creadores de la Unión Europea.

Como Vd. sabe mucho mejor que yo, hay bastantes personas de muy alto nivel que han participado en su creación, pero el tiempo va borrando los nombres menos conocidos. De los nueve o diez que podíamos justamente citar, en este momento, estaremos de acuerdo que los más representativos son Adenauer, De Gasperi y Schumann, cristianos y considerados padres de la Unión Europea. Pues yo me atrevería, si por mí fuera, a nombrar con el merecido título Padre de Europa a San Juan Pablo II.

San Juan Pablo II visitó, y algunos muchas veces, todos los países de Europa. Cuando estos tres citados Padres de Europa intercambiaban ideas y propuestas, San Juan Pablo II estaba “luchando” a brazo partido contra el nazismo primero y contra el comunismo después. Cuando le nombraron obispo, ya había estado estudiando en Roma haciendo su doctorado. Cuando se hacían las primeras alianzas a nivel europeo y se iba pensando en una Europa común, San Juan Pablo II, estaba apoyando la construcción de la Iglesia de Nowa Huta, etc. Pero sobre todo, nadie duda de que su influencia en la caída del muro de Berlín fue decisiva. Y seguro que tampoco nadie duda de que es la persona que más europeos ha visto y, casi seguro, la persona que más han visto todos los europeos.