Fomentar la violencia entre quien no puede acceder a ella es malo, pero es fatal si se hace entre quienes sí tienen acceso a medios sofisticados con los que hacer daño de verdad, como es el caso de quien enviando balas de Cetme demuestra intención y capacidad, que posee el arma y la munición y que detrás de esa arma se esconde la amenaza real de un radical que combina violencia y enajenación mental. No está el patio como para andar propagando ideas violentas entre el personal.