Sr. presidente del Real Club Náutico de Vigo:

Desde hace varios años, el RCNV, que usted preside, ha decidido abrir sus instalaciones al público en general, para poder aumentar las fuentes de ingreso y posibilitar la supervivencia de un club de tanto arraigo en Vigo. Podemos recordar sus ejemplares organizaciones de eventos deportivos, vela, remo, natación, waterpolo..., todos ellos, de una forma u otra, relacionados con el mar.

Recordemos que las primeras competiciones de waterpolo se jugaban en la dársena del club, hasta la construcción de la piscina, la cual fue un salto histórico en el nivel de los deportistas.

Esa época fue una de las más gloriosas en cuanto a resultados en las competiciones acuáticas: subcampeonatos de España de waterpolo, campeonatos y subcampeonatos gallegos de natación, saltadores de trampolín..., que fueron la simiente del nivel competitivo que hoy tienen los diversos equipos del RCNV.

Esto es historia del club, paralela a la historia de los últimos cien años de la ciudad de Vigo.

Muchas de esas glorias deportivas, que tanto prestigio y renombre han dado al club, tienen hoy en día entre los 70 y los 95 años, y aún se les ve practicando, los que pueden, su deporte favorito, la natación.

Algunos de ellos tienen variadas dificultades para acceder a la piscina, por lo que poco a poco dejan de practicar un deporte que está calificado como de los mejores para conservar el estado físico a partir de determinada edad.

Las piscinas comunitarias y públicas, por ley, tienen que disponer de dispositivos que faciliten la entrada y salida del agua a personas con dificultades motoras, norma que el RCNV no cumple a pesar de que varios usuarios lo han solicitado. No se pueden escudar en la falta de dinero, 2.000-3.000 euros, para incumplir la ley. Es una cantidad que un buen gerente puede perfectamente disponer en un club como el RCNV, con el presupuesto que tiene, independientemente de las numerosas veces que han perdido subvenciones para este tipo de adaptaciones, porque ni siquiera se han molestado en solicitarlas.

Estamos en un tiempo en que las minorías son tan importantes como las mayorías y las personas con discapacidad han dejado de considerarse marginales. Esas fueron otras épocas, afortunadamente superadas.

Que conozca hay por lo menos un casi olímpico, por décimas, y algún que otro subcampeón de España de waterpolo, que por no poder acceder al agua no pueden disfrutar de los beneficios de la natación, siendo como son socios del club y por lo tanto sustentadores altruistas, figurando sus fotografías en todos los anuarios y libros editados por el club, resaltando sus triunfos.

Solo le solicito que cumplan las leyes y normas de accesibilidad y que posibiliten la entrada en el agua de aquellas personas que han hecho del RCNV una referencia del deporte acuático en España.